- Más de 60 los movimientos Católicos agrupados en Juntos por México se reunieron en la Ciudad de Puebla del 16 al 18 de octubre con la presencia de más de 10 mil personas de toda la geografía nacional
@pablomieryteran
Hay un México alegre. Trabajador, sereno y optimista que no aparece mucho, un México de Fe y Esperanza que normalmente no habla pero que esta vez se ha dejado oír en Puebla. Un México en el que caben todos pero hoy hay más de 8 millones de personas.
Más de 60 los movimientos Católicos agrupados en Juntos por México se reunieron en la Ciudad de Puebla del 16 al 18 de octubre con la presencia de más de 10 mil personas de toda la geografía nacional.
Niños y jóvenes, adultos y ancianos, hombres y mujeres, estudiantes y campesinos, empresarios y oficinistas, amas de casa y obreros, trabajadores y jubilados, sanos y enfermos… un mosaico de Fe y Alegría.
Un México unido que esta vez se decidió a hablar: “Tenemos conciencia del momento delicado en que vivimos pero sabemos que está preñado de oportunidades, por ello, como Católicos y mexicanos, nos comprometemos a pasar del diagnóstico y la indignación a la propuesta y el compromiso; de la sombra y auto marginación a la acción visible de manera que, trabajando “Juntos por México”, seamos actores impulsados por valores como la solidaridad, subsidiariedad, justicia y caridad, para hacer posible la realización del bien común”.
Con un lenguaje honesto, claro y muy ciudadano continúa el manifiesto: “somos mexicanos con derechos pero también con responsabilidades y nos hemos dado cita para reflexionar sobre las oportunidades que tenemos de aportar lo mejor de nosotros sin buscar posiciones de poder, de lucro o reconocimiento; antes bien, impulsados por la fuerza de Quien nos invita a servir y a realizarnos en el amor al prójimo”
Es un manifiesto que huele a ciudadanía a compromiso y a honestidad.
Lejos de él el tufo político deshonesto y corrupto al que nos hemos acostumbrado.
En síntesis el manifiesto que está completo en www.juntospormexico.org.mx dice lo siguiente:
- Denunciamos que no nos sentimos representados por legisladores, gobernantes y jueces que imponen, de una u otra forma, concepciones que violentan la naturaleza y leyes contrarias a la dignidad de las personas; al valor de la vida humana desde la concepción hasta la muerte natural; al matrimonio que sólo se puede dar entre una mujer y un varón; a la familia entendida como célula básica y natural de la sociedad, sin la cual no hay bienestar posible duradero y verdaderamente humano.
- Expresamos con energía que nos duele la violencia; nos envilece la corrupción; nos apremia la falta de oportunidades de vida digna para indígenas, migrantes, jóvenes y adultos mayores; nos indigna también la pobreza de millones de compatriotas…
- Anunciamos que los católicos vivimos en la esperanza cierta de que las cosas pueden cambiar, y de ello damos muestra desde nuestra determinación, en primera persona, de ser mejores ciudadanos…
- Actuaremos sumando, es decir, junto con otros hombres y mujeres de buena voluntad, de cualquier ideología o religión que quiera ser parte de un proyecto en el que caminemos “Juntos por México”.
Bienvenidos quienes quieran sumarse, pues a México lo construimos todos.