- La mala noticia es que en la delegación Cuauhtémoc no para la corrupción y ahí, en esa zona, se distribuyen toneladas de artículos de dudosa procedencia, bebidas, entre ellas
/Héctor Rendón/
Una buena y una mala en salud. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) y la Procuraduría General de la República (PGR) siguen frenando el contrabando: aseguraron un millón de botellas de bebidas adulteradas.
La mala noticia es que en la delegación Cuauhtémoc no para la corrupción y ahí, en esa zona, se distribuyen toneladas de artículos de dudosa procedencia, bebidas, entre ellas.
El anuncio lo dio el comisionado, Mikel Arriola, quien informó que los verificadores sanitarios aseguraron 985 mil 145 litros de bebidas alcohólicas (producto terminado y en proceso) por no acreditar el origen ni las buenas prácticas de fabricación, al tiempo que decomisaron 30 mil litros de alcohol etílico por no contar con lote de producción ni acreditar su rastreabilidad, como lo establece el Acuerdo de Alcohol.
Algunas marcas aseguradas son: vodka Kremlin, vodka Gran Zar, Moyahua de Tonaya, Añejo Club 45, Licor de Agave Cascabel, Ribereño Blanco y Oro, Anís Macao, Anís Chimpancé, Aguardiente de Caña 80, Jerez 5 estrellas, Fernet, León Dorado, Chavinda Oro, entre otras.
El volumen total de bebidas alcohólicas irregulares incautado por la autoridad sanitaria ascendió a 3.3 millones de litros en el presente sexenio, lo que representa un incremento de 800% en relación con 2012. No son cifras para festejar. Debería alarmarnos.
En el tema de la delegación Cuauhtémoc, al nuevo delegado, Ricardo Monreal, le tocó bailar con la más fea. No es un secreto que en esta demarcación se arman las parrandas, la fiesta en vivo. Sí, mariachis en Garibaldi, comercio ilegal por todas partes y bares y cantinas a destajo.
Las amenazas de muerte que recibió el funcionario la semana pasada debe tomarlas en serio. Hay poderosos intereses metidos hasta la cocina en materia de permisos ilegales.
Se trata de un asunto en la que ni la Secretaría de Hacienda le entra. Es muy sencillo saber que los delegados que han pasado por esas oficinas, prefieren el “niño envuelto” (moches por corrupción), que poner en orden. Las cosas, pues, están como agua para chocolate.
De bote pronto
Llama la atención la declaración de los ministros de Hacienda y de Economía de la Alianza del Pacífico, respecto a que las economías de México, Colombia, Chile y Perú están en una situación óptima para enfrentar el reto de una desaceleración global mientras trabajan en una mayor integración de sus mercados.
Estamos lejos de que ello suceda, lo saben de sobra. El asunto es que la dependencia con las economías más importantes, en este caso Estados Unidos, hace vulnerable éstas naciones.
Basta decir que el crecimiento económico en la región, si bien no se desacelera, tampoco ha encontrado un camino ascendente, y si lo vemos por país, bien podemos concluir que hay números a la baja. México, por ejemplo, bajó su perspectiva de crecimiento casi 50%, respecto a la proyección de inicios de años (3.9% a 2.0%).
La integración de los mercados, de los cuatro países, definitivamente es una salida, pero las condiciones políticas y quizás hasta geográficas, pudieran jugar en contra. Lo que es un hecho es que cualquier camino que tomen debe ser en alianza, y de ahí partirán a mejores resultados. Hasta la próxima