Muy activos los nuevos secretarios de Turismo de Campeche y BCS
Capacitación, tarea primordial: Torruco
Por Alejandra Pérez Bernal (*)
MAS ALLÁ de las declaraciones de amistad que México tiene con dos centenas de países en el mundo, el asesinato de 8 connacionales y heridas graves a 6 sobrevivientes en Egipto el pasado 14 de agosto merece más atención que una simple llamada de atención a los compatriotas que desean viajar a dicho país.
Independientemente de que se emita una especie de advertencia para que los turistas mexicanos desistan de viajar a esa nación del norte de África porque «transita por un complejo proceso de cambios políticos y sociales, y enfrenta desafíos para lograr la plena estabilidad interna y regional», el caso requiere de más rigor, sin perder la diplomacia.
No podemos proceder como Francia, Estados Unidos o Gran Bretaña que envían comandos armados a rescatar monjas a África, secuestrados en Irán o turistas retenidos por grupos violentos o sectas musulmanas radicales.
Lo que sí podemos hacer es emitir una advertencia directa y sin miramientos sobre el grave riesgo que implica viajar a Egipto, como lo es tratar de visitar Palestina, Siria, Irak o más de una decenas de países de África, sea por razones de violencia interna, por diferencias raciales, separatistas o religiosas.
El asunto es que el turismo mexicano no puede estar a expensas de equivocaciones o explicaciones bastardas o miserables de funcionarios egipcios que acusan a los paseantes de haber incursionado en una zona prohibida.
Tenemos que usar todos los medios para decirle a los turistas mexicanos que eviten viajar a esos países, donde predomina la ignominia contra las mujeres, donde la vida no vale nada y donde grupos vinculados al Estado Islámico le pueden decapitar sin deberla y sin temerla.
Debemos usar los medios de comunicación, las redes sociales, el internet y la promoción turística para subrayar que Egipto es un país peligroso para el paseante mexicano y que la alerta cunda en todas las agencias de viaje y promotorías a nivel mundial.
México debe subrayar que Egipto está sometido por la delincuencia común, por los ataques a turistas extranjeros, por la peligrosidad de las sectas musulmanas y el secuestro de personas que después son ejecutadas.
México no debe conformarse sólo con una indemnización para las víctimas en aquella zona desértica y milenaria, sino exhibir a Egipto y sus autoridades golpistas y militares como un ejemplo de barbarie que retome el mundo.
A los mexicanos hay que decirles son muchas las embajadas que no aconsejan a sus compatriotas visitar Egipto y mucho menos los oasis de su desierto occidental., donde opera la rama egipcia del Estado Islámico (EI).
Francia ha ubicado al oasis de Bahariya, a más de 300 kilómetros al suroeste de El Cairo, como zona anaranjada e incluso roja, cuando se acercan a la frontera con Libia, por el riesgo que implica.
Estados Unidos ha advertido a sus ciudadanos que si no tienen que hacer nada en Egipto, eviten viajar a esa nación, y que si hay razones poderosas para ir a El Cairo o Alejandría, no se alejen de las zonas urbanas, porque han aumentado los atentados contra complejos turísticos.
El Reino Unido desaconseja todas las regiones de Egipto para cualquier viaje “que no sea importante”.
Lo único plausible en todo este lamentable suceso fue la decisión del presidente Enrique Peña Nieto de enviar el avión para su uso personal hasta la zona en que se encontraban los sobrevivientes y traerlos de regreso a México. Un hecho que no se había visto en muchos años, ni siquiera cuando mataron a la madre y hermana de Jorge Ortiz de Pinedo, a manos de terroristas que secuestraron el avión en que se trasladaban de Grecia a Egipto en noviembre de 1985
MUY ACTIVOS comenzaron su tarea, los nuevos secretarios de Turismo de Campeche, Jorge Enrique Manos Esparragoza, y de Baja California Sur, Luis Genaro Ruiz.
Jorge Enrique Manos Esparragoza se presenta hoy ante los medios de comunicación en la Ciudad de México, aunque ya es ampliamente conocido porque sabe de desarrollo económico, turismo y competitividad.
Manos Esparragoza atrajo inversión a la entidad, principalmente a la capital de la entidad, donde fungió como director de Desarrollo Económico, Turismo y Competitividad.
Ha tenido acercamiento con todas las asociaciones civiles, turísticas y empresariales de la entidad, gestionó ventanilla única en el municipio central, así como la implementación del levantamiento de 300 encuestas del programa denominado “Observatorio Turístico de Ciudades Mexicanas Patrimonio de la Humanidad».
Asimismo, puso en funcionamiento desde 2013 el transporte turístico “El Pregonero”, una especie de Turibús que ofrece al visitante un servicio de recorridos.
Luis Genaro Ruiz Hernández tomó posesión de su cargo como secretario de Turismo en baja California Sur el pasado 15 de septiembre, y su primer compromiso fue «dar un fuerte impulso a la actividad turística en los cinco municipios del estado”.
Entre las líneas de acción que puso en el escritorio del gobernador Carlos Mendoza Davis, resaltan «poner al turismo como la principal fortaleza del Estado y eje impulsor de otros sectores económicos».
Para Ruiz Hernández es vital el trabajo coordinador entre la dependencia que asume y los actores vinculados al turismo local, como son autoridades de los tres niveles de gobierno, los empresarios, las cámaras y colegios y sociedad civil en su conjunto.
Genaro Ruiz Hernández es egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, y anteriormente se desempeñó como delegado federal de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
EL DATO: A pesar de que se han invertido más de 200 millones de pesos para limpiar más de 180 kilómetros de playas inundadas de sargazo en Quintana Roo, la próxima temporada invernal, en la que arriban millares de cruceristas, está amenazada por el mal olor y cantidad abrumadora de mosquitos que genera esa especie de alga marina. El problema debe resolverse antes de noviembre próximo o la ocupación será de 25% como hasta ahora.
MIGUEL TORRUCO, secretario de Turismo capitalino, tiene toda la razón cuando llama a todos los actores en la formación de nuevos profesionales del turismo a ofrecer una educación de alto nivel que implique mayor competitividad en planes y programas de estudios, instalaciones y equipos, entre otros.
Son incontables los egresados de escuelas y universidades que tienen que ver con el turismo, que buscan incorporarse al mercado de trabajo, pero que sencillamente fracasan por la mala formación que recibieron.
El funcionario puntualizó que es necesario promover la vinculación entre los sectores gubernamental, social, académico y empresarial, a fin de que participen de manera coordinada en proyectos orientados a una mejor formación de los estudiantes.
Cierto. Quienes buscan ocuparse en la hotelería, gastronomía, cruceros, agencias de viajes, organización de eventos, etc., deben combinar la práctica y la teoría, desde que están en los primeros años de su carrera profesional. De otro modo, sólo estaremos generando mediocridad estudiantil y académica y cavando la fosa del fracaso futuro.
(*) Periodista
@AlejandraBernal
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(Vanguardia Digital)