*Su Ley de Movilidad, atentado a la paciencia y tolerancia de los capitalinos
Por Luis Repper Jaramillo*
El viernes 11 de septiembre, como todos los días, pero especialmente éste, fue un caos, un atentado a la paciencia, tolerancia, tranquilidad de los automovilistas, ya que desde las primeras horas las avenidas y calles de la Ciudad se colapsaron y la pérdida de horas/hombre fue lastimosa, atentando contra el derecho humano de libre tránsito de quienes se dirigían a su trabajo, a la escuela, a realizar algún trámite.
Sostengo que esta lamentable situación –diaria- tiene nombre y apellido, se llaman Miguel Ángel Mancera y Edgar Tongüi Rodríguez, Jefe de Gobierno y Secretario de Obras y Servicios, del Gobierno de la Ciudad de México. Sí, son los causantes del desquiciamiento vial cotidiano por sus insensatas obras a lo largo y ancho del DF, que tiene a la pavimentación capitalina como campo minado, cierres totales y parciales de calles valiéndoles en cacahuate la movilidad de la ciudadanía.
Dejen les platico, ese fatal viernes 11 de septiembre (además por lo de las Torres Gemelas de Nueva York y el golpe de Estado de Pinochet, contra Salvador Allende, en Chile, en sus respectivas fechas y lugares), la capital de la república fue el estacionamiento más impresionante del que tenga memoria.
Permítanme, esta ocasión, hablar en primera persona. Salí de casa rumbo al centro del DF, utilicé las Avenidas Reyes Heroles, Tres y Calzada Vallejo, en un trayecto que en día normal tardo 45 a 60 minutos; pero esta vez fue lamentable, pues en la Avenida Tres, que cruza la Colonia Santa Rosa y desemboca en Vallejo, en la Delegación Gustavo A Madero, empezó el viacrucis, ya que a la altura de Montevideo, en donde el Jefe de Gobierno, construye la Línea 6 del Metrobús, obstruyeron, cerraron parcialmente la vialidad sobre la vía primaria (Vallejo), a lo que se sumó el semáforo del cruce desincronizado.
Por más de 5 horas el embotellamiento fue descomunal, afectando a miles y miles de usuarios. Y en el GCDMX, en la Sobse y en Seguridad Pública capitalina, no les interesó resolver el problema, o como siempre la indiferencia a la desesperación del automovilista fue manifiesta.
Más tarde, tuve que hacer un trámite y tome el Periférico centro hacia el Sur, eran casi la 14 horas. Se repitió la historia, al converger con Viaducto Miguel Alemán, otro nudo vial, porque los incapaces agentes de tránsito, a la altura de Minería y Xola, bloquearon un carril (en hora pico) provocando nudo vehicular, gozando de la desesperación de los conductores, sonriendo, platicando entre sí o hablando por celulares, ante la irritabilidad del manejador. Más adelante a la altura de Viaducto y Calzada de Tlalpan nos recetan la misma medicina, obstaculizando el carril derecho, haciendo que en ese punto los tres carriles se conviertan en dos, más la integración de vehículos de Tlalpan. Los hombres del silbato sólo observaban indiferentes.
Caída la tarde, de ese fatal 11 de septiembre, sin remedio tenía que trasladarme de la Colonia Cuauhtémoc a Iztapalapa, otro infernal trayecto. En la zona, los padres de Ayotzinapa, tenían tomada la lateral de Reforma, frente a la PGR, los “maístros” de la CNTE, bloqueaban la misma vía primaria a la altura del Ángel de la Independencia, mientras otro grupo marchaba hacía el Hemiciclo a Juárez, bloqueando la avenida. Desesperante dejar la zona, los agentes de tránsito ausentes y policías “cuidando” a los marchistas ¿y los automovilistas quién?
Dejando atrás este desquiciante trayecto, me incorporo a Viaducto Miguel Alemán, no sin antes sufrir embotellamiento en Medellín, hasta ese punto. Ya circulando, salí a Galindo y Villa para dirigirme a Calzada Ermita Iztapalapa. Se repite la historia. En el cruce de Eje 6 Sur con Galindo y Villa, otro cierre de vialidad, y miles de automovilistas tuvimos que veredear, buscar alternativas, preguntando a taxistas, vecinos, gasolineros, cual era una opción para dejar la conflictiva avenida para llegar al destino… total que llegué a Plutarco Elías Calles, vía, Playa Roqueta (saturada), para dirigirme al sur ¿y qué creen?, Plutarco embotellado, hasta Ermita Iztapalapa.
En todo este viacrucis narrado, jamás, nunca, imposible, encontrar una patrulla de vialidad, motociclistas de tránsito o de crucero, para escuchar una razón del embotellamiento o conseguir una alternativa para desahogar la manejada. Eso sí, observé a patrulleros deteniendo a motociclistas con el peregrino argumento de revisar documentos, ellos “mordiendo”.
Finalmente, dos horas después llegué a mi destino, Iztapalapa, para cumplí mi cita.
Con esta narración, que a nadie deseo le suceda, quiero demostrar que estamos desamparados por la autoridad, viví “in situ” la vulnerabilidad de los conductores ante la indiferencia de Mancera, de Tongüi y de Almeida.
Lo que pretende el “sin partido” con sus interminables e improvisadas obras, es llegar el 17 de septiembre a la ALDF, a leer su IV Informe de Gobierno, con cifras, números, datos, “logros”, mentiras, ilusiones y proyecciones, sólo como estadística, para hacernos creer que está trabajando, sin explicar los daños urbanos, vehiculares, a la tranquilidad, paciencia, tolerancia de los ciudadanos.
Para MAM, su “día del Jefe de Gobierno” es proyección, imagen mediática, aplauso fácil, aunque la Ciudad de México se esté desmoronando, enfade a los capitalinos, azotada por la inseguridad, descapitalice a los defeños con sus programas de parquímetros, arañas, arrastres de grúas, etc. pero alaraquerará lo que no ha logrado. Sólo bla, bla, bla.
Como en otras colaboraciones he dicho, Miguel Ángel Mancera, no ha realizado una obra pública trascendente, sólo anuncios espectaculares, programitas que benefician a cierto círculo trascendente para su pretensión del 2018, como atención a grupos vulnerables, padrones, que son votos cautivos; pero el combate a la corrupción, a la ineficiencia administrativa, a la inseguridad, al comercio informal, nada, sólo amagues, amenazas y palabras mediáticas para crear imagen política.
Otro pecado capital del inquilino del antiguo Palacio del Ayuntamiento, es su permisividad, su “democracia a la Mancera”, que se traduce en darle manga ancha a los manifestantes, aunque no sean de la Ciudad, paralizando parcialmente la metrópoli. A él le importa más quedar bien con los inconformes, que con los más de 9 millones de capitalinos que “dice gobernar”, y esto lo padecemos un día sí, y el otro también. Pone más cuidado en los marchistas, plantonistas, acarreados, que dignificar el derecho de movilidad de los millones de incautos ciudadanos que votaron por él en 2012.
Esa es su visión de “democracia a la Mancera”, “que se haga justicia, pero, en los bueyes de mi compadre”. Si no es así, señor Jefe de Gobierno, así parece. Usted deja hacer, deja pasar, aunque fastidie a los capitalinos que pagan impuestos, multas, contribuciones, trámites, castigos, verificaciones vehiculares; su visión política es dejar marchar y bloquear, dañando a quienes cumplen con la Ley.
No se vale, MAM, que sus irracionales obras rompan el libre tránsito. Su cacareada Ley de Movilidad, no permite moverse a millones de automovilistas todos los días y se echó la puntada de crear un apéndice de la Secretaría de Movilidad (antes Setravi), el mamotreto llamado, «Nuevo modelo de movilidad», a cargo de la ex panista, Laura Ballesteros, quien no da resultados, a casi tres meses de su creación, ya que todos los días embotellamiento, marchas, bloqueos, plantones, son la muestra de proyectos y programas manceristas fallidos.
¿Qué informará el 17 de septiembre ante la ALDF?, los resultados de sus programitas, proyectitos, alcancitos, logritos, etc. La realidad es otra cosa, la Ciudad se cae a pedazos y usted con la mirada puesta en 2018. En esto perdió su capital popular que en 2012 lo llevó al GDF cuando obtuvo 62 por ciento de votos, le aseguro que más de tres cuartas partes de éstos están arrepentidos, por los pírricos resultados de sus primeros 3 años de gobierno.
Sea realista, informe la verdad, no le tome el pelo a los ciudadanos.
En efecto, recibirá muchos aplausos de sus incondicionales diputados en la Asamblea, pero el veredicto popular, el de la calle, de los desempleados, de las víctimas de robo, asalto, secuestro; de los comerciantes establecidos víctimas del ambulantaje, etc. es alarmantemente peligroso para su sueño presidencial. Las cifras en el Informe son suyas y de sus testaferros, pero la calidad de vida, la tranquilidad de los capitalinos, su derecho al libre tránsito, lo evidencian y condenan.
Ese viernes 11 de septiembre fui víctima de su mentirosa Ley de Movilidad, por más de 6 horas estuve varado; su indiferencia o incapacidad para gobernar fue manifiesta.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)