- El impacto de admirar tanta belleza en nuestro país, la vasta oferta cultural, alta calidad en los verdaderos artistas mexicanos, el patrimonio gastronómico que saboreamos, la cosmología indígena, paraísos naturales, ritmos que nos caracterizan, tradiciones, fiestas, entre otras tantas razones envueltas en verde, blanco y rojo… son atributos valorados en y por el pueblo
/Por Glen Rodrigo Magaña/
Dos pueblos mágicos guanajuatenses entrelazan el misticismo, la sacra beldad arquitectónica colonial, delicias del bajío mexicano, leyendas, secretos… y otros enigmas del placer. El primer destino es famoso por su historia del auge minero al abandono, “pueblo fantasma” con muchos relatos entre sus callejones, con aroma a lavanda, varios festejos líricos, habitado por varios escultores, artesanos de instrumentos prehispánicos y un hotel boutique que presume los conmovedores atardeceres de esta entidad… desde un jacuzzi exterior. Mientras que nuestro segundo deleite, exhibe sus finas edificaciones religiosas entre templos y un soberbio ex convento que actualmente alberga un museo; es una de las localidades más antiguas del estado y que además, cuenta con la primera obra hidráulica de toda América… una laguna artificial que abraza a varias islas.
El impacto de admirar tanta belleza en nuestro país, la vasta oferta cultural, alta calidad en los verdaderos artistas mexicanos, el patrimonio gastronómico que saboreamos, la cosmología indígena, paraísos naturales, ritmos que nos caracterizan, tradiciones, fiestas, entre otras tantas razones envueltas en verde, blanco y rojo… son atributos valorados en y por el pueblo.
En el bajío, los ambientes bohemios, esos hechizos de madrugada, un encantamiento para enamorados… y Guanajuato canta “De colores” desde su capital con estudiantinas, las de José Alfredo acompañado con el trago de un buen tequila desde el rincón de una cantina en Dolores Hidalgo y el funk de Pilaseca en San Miguel Allende. Así, nuestra capital de la cultura, exclama su ¡Viva México! entre la cuna de la independencia, mientras que los suspiros son arrebatados en sus callejones con el andar de sus nativas.
En tanto, nuestra ruta para este segundo artículo homoespaciero… a lo guanajuatense, nos dirigirá por los enigmáticos placeres en los pueblos mágicos de Mineral de Pozos y Yuriria.
Mineral de Pozos… el arte del abandono
Descrito como “pueblo fantasma”, localidad que resurgió del abandono al arte, el mágico Mineral de Pozos fue habitado en su época prehispánica por distintos grupos nómadas chichimecas y pames.
Fundando por los peninsulares en 1576 bajo el nombre Palmar de Vega, esta población que fuera famosa por sus distintas minas de oro, plata y hasta mercurio, vivió varios periodos de olvido a causa de la insurgencia independentista, la intervención de los galos y en el gobierno del General Porfirio Díaz -que por cierto en aquel tiempo este sitio tenía el mismo nombre de presidente oaxaqueño- logró su auge más significativo gracias a la llegada del ferrocarril, el teléfono y los teatros.
Algunos datos curiosos son que entre varias empresas extranjeras del periodo del porfiriato, fue aquí donde surge la primera tienda de las Fábricas de Francia y después de la Guerra Cristera, la población se redujo de ocho mil habitantes a cerca de 200 personas, la leyenda cuenta que fue en castigo por asesinar al párroco de Mineral de Pozos en aquella etapa de 1926 a 1929, lo que le otorgó el mote de “pueblo fantasma”, pero fue hasta la década de los ochenta cuando un grupo de escultores, artesanos locales y otros artistas, le dieron vida nuevamente al abandonado pueblo minero.
La historia reflejada en antiguos templos, haciendas y veinte minas, hacen de este lugar todo un enigma del placer. Algunos ejemplos son: la barroca Parroquia de San Pedro o la inconclusa capilla de San Antonio de Padua; la famosa Mina de Santa Brígida con sus “hornos jesuitas” y muchos hoyos en su terreno, donde sin ayuda de un guía, sería fácil descender sin que nadie te auxiliara; los Cinco Señores, para que vivas toda una experiencia minera con todo y casco o bien, puedes realizar una visita aromática al Rancho de la Lavanda, a diez minutos del pueblo.
Respecto a las artesanías, te recomendamos adquirir una muñeca vestida con su traje regional, visitar el hotel Casa Mexicana que realizó la primera galería con piezas de Picasso y Rembrandt, mientras saboreas algún platillo típico, como una ensalada de sandía con queso griego aderezado con vinagreta de menta, la crema de chile poblano con elote o un salmón a la naranja.
Disfruta de sus ocho galerías, joyerías o tiendas de instrumentos musicales prehispánicos, ya que en Mineral de Pozos, la lírica ancestral es una de sus especialidades, en cuanto a las festividades, suenan a mariachis en abril, blues en junio y el Festival Cultural de la Toltequidad en julio, es todo un gozo de nuestras raíces entre conciertos, danzas y más.
La alternativa natural la posee el Cerro del Pelón, con una impresionante vista panorámica del poblado, y para atardeceres novelescos, en el hotel boutique Posada de Minas puedes deleitarte con la puesta de sol desde su jacuzzi exterior, aunque sería mejor si cuentas con la compañía de alguna afable fémina guanajuatense.
Yuriria… arquitectura sacra a la orilla de una laguna
El Yuririhapundaro o “lago de sangre” (en purépecha) es uno de los municipios más antiguos de Guanajuato, fundado por el fraile agustino Pedro de Olmos en 1540. Esta localidad que forma parte de la Ruta de los Conventos guanajuatenses, se crea en 1548, bajo la supervisión de Fray Diego de Chávez, la primera obra hidráulica de toda América: la Laguna de Yuriria.
La emblemática laguna cuenta con varias islas que bien puedes visitar en lancha. Las más famosas son: El Fuerte, San Pedro, La Angostura y Las Cabras, donde puedes disfrutar de la gastronomía de la entidad, paseos a caballo o regodearte del entorno natural, aunque también la pesca es una de las actividades más populares.
Respecto a su arquitectura, Yuriria presume distintas edificaciones sacras, como el Ex Convento Agustino de San Pablo, que data de 1599 y simula una construcción de estilo medieval, posee una Cruz latina en su interior, lo cual era muy raro en aquella época. Actualmente es un museo que exhibe piezas prehispánicas y coloniales.
Otros templos son: la Capilla de Santa María, que se realizó a orillas del lago en 1537; el Templo del Señor de la Salud de 1639, que es una ofrenda de los indígenas al santo patrono o el inconcluso Templo de la Preciosa Sangre de Cristo, con su gran campanario, reloj y la imagen de la Preciosa Sangre de Cristo proveniente de Torrijos, España.
Otra de sus atracciones es el lago cráter La Joya, maravilla natural llena de vida silvestre, y uno de sus mejores espectáculos es disfrutar el cielo estrellado con tu compañera, para que la agitación se apodere con su frenesí nocturnal.
Estimados homoespacieros, les comparto algunos enlaces dentro de la web para que conozcan más sobre estos enigmáticos placeres de Guanajuato:
Mineral de Pozos. https://youtu.be/XME7YcymYIw
Yuriria. https://youtu.be/bwLPMHQdeuU
Amigos, los invitamos a que visiten www.homoespacios.com así como ver las cápsulas “Homo Espacios” los viernes por el Noticiero México al Día PM de Televisión Educativa y a escuchar las cápsulas homoespacieras dentro del programa “El Poder de la Palabra” en Radiocapital 830 AM, todos los miércoles y viernes de 16:00 a 17:00 horas.
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