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PRD, no permitan que el PRI presida su partido

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*Un emisario del poder pretende usurpar el derecho de un izquierdista

*Por Luis Repper Jaramillo*

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¿Qué le pasa al PRD? Ha perdido identidad, presencia, personalidad, arraigo, posiciones políticas, jamás ha logrado la presidencia del país; no tiene cuadros con sentimientos de izquierda y menos escuela que forme, inculque e identifique la verdadera oposición a los regímenes de derecha y centro que han detentado el poder, porque su militancia, dirigencia y representante populares “se dicen” de izquierda, pero cobran con la derecha.

Si bien, la creación del Sol Azteca vienen de la escisión del PRI (Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Andrés Manuel López Obrador, Manuel Camacho Solís, Marcelo Ebrard, sólo por nombrar a los más representativos) aquel 5 de mayo de 1989, es decir, desde hace más de un cuarto de siglo, no han consolidado, menos arraigado una izquierda auténticamente opositora.

Luis Repper Jaramillo, autor de la columna "Comentando...tu Ciudad"
Luis Repper Jaramillo, autor de la columna «Comentando…tu Ciudad»

El mal del PRD está dentro del PRD, las posiciones tribales, el poder por el poder mismo, el insaciable deseo de enriquecimiento económico –de varios líderes- a base de la corrupción (AMLO, Bejarano, Lobo, Padierna, Arias, Toledo, Ebrard, Muñoz Soria, Luna Estrada, etc.) robando a manos llenas la riqueza pública, es el cáncer que impide considerar que en México existe una auténtica y respetable izquierda, como se dio en Polonia, Brasil, España, etc. pues la que tenemos en nuestro país con los amarillos es un remedo de oposición, que se mueve por donde los vientos del poder –centro o derecha- los lleva.

El ejemplo más contundente, sin remitirnos al pasado inmediato, lo tenemos en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en donde “el sin partido”, Miguel Ángel Mancera Espinosa, llegó al antiguo Ayuntamiento, cobijado por el PRD, sin militar en él. Su triunfo, habrá que reconocerlo, fue contundente, un hito en la historia del país, pues ganó la elección con 62% de votos, nunca antes había acumulado esta cifra.

Sin embargo, a tres años de distancia, “el sin partido”, más que enarbolar la bandera de izquierda, mantiene un maridaje perverso con el PRI en el poder, y con su miguis, miguis, Enrique Peña Nieto, que podría encumbrarlo en 2018 a la postulación presidencial por las siglas del tricolor.

Mancera es el símbolo político de la indefinición, es más, no sabe ni lo que quiere. Las dirigencias del Sol Azteca le han insistido en su afiliación y la ha rechazado más de tres veces. Soberbio, señala que sin ser militante de partido alguno llegará como “independiente” a la lucha por la Silla de Los Pinos, sabedor de que si fracasa en su independencia, el PRI o el PRD, podrían postularlo.

Mancera Espinosa no representa a la izquierda, no deben ilusionarse los amarillos, tarde que temprano dará la cuchillada trapera a quien lo llevó al poder capitalino y enfilará su querencia por el tricolor. Sabe que tiene el respaldo del mexiquense.

Así ha sido a lo largo de sus 26 años la historia del PRD, quizá el único que se salva de esta vergonzante actitud, es el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas y tal vez Porfirio Muñoz Ledo, el resto de los popularmente conocidos han dado bandazos, incluido el locuaz, el higadito y soberbio López Obrador.

Sin corregir ese pasado y su situación actual, el PRD vuelve a cometer otro error, al coquetear, siquiera insinuar, que Agustín Basave Benitez, un político priista, aunque él se diga ex priista, se perfile para presidir la dirigencia nacional del Sol Azteca, en abierto desafío a un militante de izquierda como Armando Ríos Piter, un guerrerense con méritos suficientes para relevar a Carlos Navarrete.

De concretarse esta pifia y sumar al priista Basave Benitez al cargo más importante del partido, se confirmará la pobreza ideológica, la nulidad de escuela de cuadros y la impreparación de militantes de esta ala política, que ha enclaustrado por más de un cuarto de siglo al PRD, como una vergüenza siniestra, en un país que necesita, que reclama, que requiere una izquierda contundente, combatiente, real y no complaciente, convenenciera y chaquetera como la actual.

Y para ubicarlos en la realidad del “ex priista” Basave Benitez, déjenme les digo, que con la casaca del PRI ha sido embajador de México en Irlanda, Presidente de la Fundación Colosio, emergida a raíz del asesinato del sonorense, Consejero de Luis Donaldo Colosio en su campaña como candidato presidencial. Director General de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación, Fundador del Movimiento Renacentista y dirigente de la Corriente Renovadora del PRI, entre otras actividades que lo arraigan a ese partido.

En ese nació, se hizo político, por sus venas corre sangre tricolor, ahora no nos digan que lo odia y desprecia, cómo para representar a un incipiente –a pesar de sus 26 años de vida- PRD que pretende ser de izquierda, y que más bien es una agrupación tribal, con intereses personales, grupales y económicos, en desprecio e indiferencia a la gente que una cree que en México existe una izquierda creíble.

El guerrerense tiene autoridad y militancia comprobada para que los Consejeros Nacionales del Sol Azteca le den su voto de confianza y quede al frente del partido. No tienen por qué inventar una dirigencia infectada de priismo, Ríos Piter por el sólo hecho de pertenecer a ese partido está por encima de un posible arribista –Basave- que como el Caballo de Troya, podría esconder una jugada sucia para debilitar más a los amarillos, ya lo hizo “el sin partido” MAM junto con su títere Héctor Serrano Cortés, desde las entrañas del GCDMX, que minimizó al PRD en el DF, a una tercera fuerza política, después del PRI y del PAN; hicieron perder 8 de las 14 delegaciones política en la capital que detentaban y fue masacrado en la ALDF, en donde lo mandaron a la porra.

Si este mensaje que Mancera les dio el pasado 7 de junio no lo asimilan los dirigentes perredistas, están condenados a cometer la misma pifia, permitiendo la llegada a su presidencia nacional a un vetusto priista con piel de izquierda.

El reto impostergable de Armando Ríos, de llegar a la máxima silla amarilla es acabar, desterrar, aniquilar a las tribus, a las siglas: IDN (Bejarano), Vanguardia Progresista (MAM/Serrano), Nueva Izquierda (los Chuchos), Alternativa Democrática Nacional (Héctor Bautista), Foro Nuevo Sol, (Amalia García), Unidad y Renovación (Armando Quintero), etc. que han representado para su “partido”… eso, partir en cachitos, a una supuesta izquierdas, que no le ha permitido conformar una oposición propositiva, seria, formal, influyente, siendo hoy, contestaría, reaccionaria, irracional y minimizada.

Si bien en los otros dos partidos azules y tricolores, también hay división, grupos de inconformes, el PRD no ha sabido capitalizar, aprender de “dolores ajenos” para madurar, mamar la sabiduría política y conformar una sólida corriente de izquierda, a la que ya le tocaría gobernar a este país; esta sería una verdadera democracia, una alternancia del poder necesaria.

Los mexicanos ya probamos las dos sopas, en ambos casos con amargo sabor: 73 años –hasta ahora- del PRI y 12 de incapaces panistas, 85 años de efímeros y engañosos avances, sin que el México que todos anhelamos y al que tenemos derecho se convierta en país desarrollado, democrático, en potencia mundial; ambos gobiernos se conformaron con situarnos como país emergente y… nada más.

Este es el tiempo del PRD, si no aprovechan el descontento social por el que atraviesa México por los pésimos resultados del actual gobierno, perderán la enorme oportunidad de demostrar, primero que son un verdadero partido, que la izquierda existe y es real, que es turno de una tercera alternancia en el poder federal y que en verdad son profesionales en resolver las necesidades de una nación a la deriva.

Armando Ríos Piter no debe permitir que un ex priista llegue a la dirigencia nacional del Sol Azteca, si bien él no decide, si tiene la calidad moral de exigirlo y luchar en el debate, en el discurso y en los hechos que la izquierda en México tiene que ser representada por alguien de esa tendencia, no por un emisario de los hombres en el poder.

Perredistas, aprendan de sus errores, ya lo padecen en el GCDMX, quien pronto demostrará su verdadero color, el de la bandera nacional. No permitan que otro tricolor se adueñe de su proyecto con 26 años de vida, que debe existir porque México necesita una izquierda inteligente, no contestaría, corrupta, impune y entreguista ¿verdad MAM?

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)

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