jueves, octubre 31, 2024 - 7:38 am
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El desafío de los partidos políticos

  • El electorado nacionalmente se empieza a inclinar por los candidatos que son más independientes y se aleja de cualquier simpatía a los partidos políticos. Aunque hayan sido como hayan sido los resultados del pasado proceso electoral federal, se visualiza que hay una tendencia fuerte a apoyar a los que son más críticos contra el gobierno

/Por Héctor Pérez Estrada/

Héctor Pérez Estrada, abogado, bohemio y autor de la columna "Buzón de Cavilaciones".
Héctor Pérez Estrada, abogado, bohemio y autor de la columna «Buzón de Cavilaciones».

La batalla de los valores reales de LA POLÍTICA y ganar la lucha de la percepción ciudadana para el 2018 es el gran deasafío .

Hablemos primero de la percepción. El electorado nacionalmente se empieza a inclinar por los candidatos que son más independientes y se aleja de cualquier simpatía a los partidos políticos. Aunque hayan sido como hayan sido los resultados del pasado proceso electoral federal, se visualiza que hay una tendencia fuerte a apoyar a los que son más críticos contra el gobierno. AMLO ha subido en la aceptación popular y el Bronco en Monterrey es otra prueba, y Clouthier y otros demuestran esa tendencia, que si bien es cierto no ha sido capaz de cambiar el orden de cosas político, por lo menos es una fuerza latente.

Yo creo que la tendencia va a proseguir y los partidos políticos tendrán que responder emergentemente o se irán desdibujando del interés ciudadano.

¿Que ha provocado que los partidos ya no sean del agrado popular? Cada respuesta es un área de oportunidad para corregir.

Respuestas a la interrogante anterior: poca preocupación y acción práctica desde los partidos a las necesidades populares, frivolidad y enriquecimiento de los diputados y los servidores públicos, mala imagen de los políticos en general, escándalos mediáticos,  impulso de candidaturas cobijadas por los arreglijos de grupos internos.  Nomás hay que revisar la lista actual de quienes serán diputados federales y sabremos que en este país la ética no cuenta en la política: serán legisladores muchos pillos y personajes ligados a escándalos. ESE SERÁ EL PARLAMENTO. Claro que con gratas y excelentes excepciones. Y el INE de Córdova tiene mucho que ver en esta podredumbre porque ni pío ha dicho.

Si vuelve el independentismo, el narcisismo electoral, los figurones que no siguen reglas ni autoridad, los broncos que tienen su historia de desadaptación, los rebeldes sin causa, los dueños de un discurso popular demagógico y acremente crítico contra lo establecido…estamos en una grave crisis, porque el sistema de partidos es una conquista en la evolución de la democracia. Pensar en que la prole mande a este país en vez de las instituciones es tan absurdo como evocar la venganza privada en vez de la justicia por tribunales, es tan absurdo como decir que la voz del pueblo es la voz de Dios, es tan absurdo como dirimir las leyes en las plazas públicas en vez de un parlamento…; sería introducir a la transición mexicana elementos de inestabilidad. Las instituciones son estabilidad según la elemental ciencia política.

El país no puede y no debe remediar la frivolidad del sistema de partidos apelando a la gritería leninista troskista o como quiera llamársele. Las instituciones deben mejorar y los partidos, si tienen dirigentes con mente Estadista, podrán reorientarse, de otra forma nunca.

El Priísmo sigue aquella vieja sentencia de Vasconcelos: ladrones y asesinos y una democracia fiel al dedazo aunque eufemísticamente sea diferente, aunque hoy los cambios en el gabinete buscan enfrentar el 2018 nunca mejorar las condiciones del país. El perredismo sigue fiel a su atomización, precisamente porque el valor de la autoridad no lo entienden y creen que todo es lucha de clases y lo que no es izquierda es antítesis marxista. Este circulo teórico e ideológico los ha pulverizado. Y el panismo que se enfermó de priísmo agudo y empezó con Gustavo Madero a ser entreguista y a quitar el sello de la casa que era la honradez. Grave problemática pues en el sistema de partidos, pero villas y zapatas hoy en la transición política es una pendejada.

Democracia fuerte solo con instituciones.  Los independientes, por mucho derecho que tengan a contender, son un grave retroceso. Las revoluciones terminan en constituciones u ordenamientos legales. Primero es la revolución luego la ley. Cuando es al revés es como ponerse los calzones en la cabeza y el sombrero colgarlo a la altura del vientre. Saludos y buen fin.

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