Por Enrique Herrera
A que don Gustavo que no tuvo que ir muy lejos por la respuesta de su supuesto aliado y alfil en la presidencia del Partido Acción Nacional, Ricardo Anaya, quien una vez ungido como el nuevo administrador del PAN y en cadena Nacional le aviso a su ex-patrón que el no tenía patrones y que el dirigiría el PAN, sin obedecer consignas de nadie.
Claro que todo parecía ser parte del comunicado y no la versión oficial, pues como lo ha confirmado el propio Madero, en lo oscurito ya habían acordado que el sería el coordinador de los diputados, como estaba en el plan y pues resulta que no.
En una colaboración anterior había comentado que, poner a Ricardo Anaya, un panista sin los tamaños, era el gran riesgo para Madero, quien después de este golpe bajo tendrá que remar contra corriente si sigue empeñado en conseguir la candidatura a la presidencia de la república por el blanquiazul.
La designación de Marko Cortés, como coordinador de los diputados del PAN en la LXIII Legislatura le quita ventajas a Gustavo Madero, que tendría sobre los otros suspirantes del partido como son Margarita Zavala y el actual gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle. Tres suspirantes que ni sumándolos hacen uno bueno.
Pobre Acción Nacional, estas traiciones y las que nos faltan por ver a lo largo de los dos años y algo que falta para iniciar formalmente la elección presidencial, asegurarán su no regreso a los Pinos y muy seguramente el allanamiento del camino para el candidato del PRI. Quienes también trabajan arduamente para generar este efecto son los del PRD, pues sus conflictos cada vez los pulveriza mas y el as bajo la manga del PRI es y será sin duda MORENA, el partido de López Obrador, quien cosechara todo el cascajo que quede del PRD y así quedar muy lejos todos del candidato del PRI.
Lo peor es que como país tendremos que soportar 12 años de gobierno del PRI, con todo lo que eso signifique y los primeros resultados ya los estamos viviendo con estancamiento económico, corrupción, violencia y lo que se acumule.
Es urgente que los ciudadanos dejemos la pasividad y tomemos acción en el hacer político, ya no podemos ser sólo espectadores, nuestro presente y nuestro futuro cada día esta más negro, sin duda México necesita que sus hijos tomemos la iniciativa y obliguemos a los gobiernos a gobernar para nosotros y no para sus intereses.
Como en los últimos 15 años del siglo pasado, los ciudadanos tenemos que replegar a los malos gobernantes e impulsar a los mejores hombres y mujeres que garanticen que, con la ciudadanía lograrán un nuevo amanecer para México y los mexicanos.