- Para darnos una idea, el 55% de los mexicanos está afiliado a los servicios de salud proporcionados por el IMSS, Sector Salud, ISSSTE e instituciones del gobierno. Es cierto que el pasivo laboral ya es una bomba de tiempo, pero privatizar no es la salida
/Héctor Rendon/
/Director de la Revista FactorRH/
La ‘privatización’ de los servicios de salud en México, generó mucha desinformación, a tal grado que periodistas ‘reconocidos’ cayeron en la tentación de dar por hecho este rumor. El problema es que los rumores, ahora, se convierten en noticia.
Esto surgió luego de que en el acuerdo del Consejo Técnico del IMSS (oficio No. 09 9001 600 000 de la dirección de finanzas, fechado el 21 de julio del presente año), se anuncian cambios en la operación de infraestructura hospitalaria.
En el convenio se estipula que las empresas involucradas participarán en la gestión de los hospitales. Pero se refiere a los Proyectos para Prestación de Servicios, los famosos PPS, que tienen mucho de haber sido lanzados.
Cabe señalar que existen alrededor de 25 países que están llevando a cabo proyectos de este tipo, los principales son Sudáfrica, Australia, Canadá, Chile, Taiwán, Japón, Brasil, entre otros de Europa.
De hecho, esta figura funciona muy bien en naciones como Inglaterra, incluso en Colombia; en México se presentaron en el sexenio de Vicente Fox, y se probaron tanto en el sector salud como en el educativo.
En México se desarrolló una nueva modalidad de participación pública privada, en la cual un inversionista privado diseña, construye, financia y opera infraestructura de apoyo para prestar diversos servicios a las dependencias y entidades del sector público.
El problema es que no se promovieron y se quedaron prácticamente archivados, pero el concepto es viable y diría que, en tiempos de crisis o de bajo crecimiento, es la salida a proyectos de inversión en servicios básicos.
Queda claro que la privatización de los servicios de salud en México, no entra en los planes del gobierno; sería como darse un tiro en el pie, que pagaría muy caro en las elecciones de 2018.
Para darnos una idea, el 55% de los mexicanos está afiliado a los servicios de salud proporcionados por el IMSS, Sector Salud, ISSSTE e instituciones del gobierno. Es cierto que el pasivo laboral ya es una bomba de tiempo, pero privatizar no es la salida.
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, José Antonio González Anaya, es quien salió a aclarar que no había ninguna línea de privatizar la salud. Total que quienes intentaron echar lumbre a uno de los servicios más sensibles, fallaron en su intento. Lo que no se vale es agitar las aguas.
Y decir que no se privatiza la salud, no es defender al gobierno, porque si hay un hecho que es irrefutable, es que los servicios están colapsados en muchas áreas, no hay medicamentos y la atención no es la adecuada, pero eso es tema de otra platica. Hasta la próxima.