- En fin, mientras el hastío gana devotos, mejor comentemos el otro lado de la moneda, el de la riqueza cultural, natural y turística de un estado cuna del mariachi, el tequila y las mujeres con los ojos más lindos: Jalisco
/Por Glen Rodrigo Magaña/
Dos pueblos mágicos enclavados entre bosques, arroyos, cascadas, gastronomía, fiestas y otros encantos, surgen en la inspiración homoespaciera… entre montañas jaliscienses. El primero, conocido como la “Suiza mexicana”, sus delicias como el tradicional “bote” o sus quesos, serenatas en su plaza principal, una parroquia estilo barroco, charros con “adelitas” en celebraciones florales o taurinas, una hermosa caída de agua y para los conquistadores… el sitio nocturno más grande del estado. Mientras que en la zona del oeste de Jalisco, un antiguo poblado minero expone su belleza natural con árboles frutales, su también Cerro de La Bufa, una enigmática hacienda iluminada con quinqués, el rico sabor de un café orgánico de altura acompañado con un puro artesanal y al anochecer… la neblina que abraza a esta localidad no logra ocultar “los ojos más lindos”, esos, los que presume la canción de José F. Elizondo.
Perdemos periodistas, miradas de impotencia en el gremio, reporteros como carne de cañón, una activista con el tiro de gracia, y a las víctimas, se les prenden veladoras entre ojos humedecidos por la desgracia. El duelo de la verdad, un profundo dolor por tantas pérdidas, la lista aumenta por cuestiones “políticas” y el peligro es ser honesto, expresar los hechos, así que queda prohibido denunciar. Los más afortunados comparten su hipocresía con saqueos, pretenden que a la iniquidad se le haga un monumento, se venere las “glorias” de la injusticia, el trago amargo que se lo trague el pueblo en silencio y así, poco a poco… perdemos a México.
En fin, mientras el hastío gana devotos, mejor comentemos el otro lado de la moneda, el de la riqueza cultural, natural y turística de un estado cuna del mariachi, el tequila y las mujeres con los ojos más lindos: Jalisco. Entidad entre montañas, arroyos, caídas de agua, tradicionales fiestas patronales, charros montados a caballo que portan con orgullo su traje, el sazón de su cocina, la artesanía en sus plazas, haciendas novohispanas, nuestra música ranchera, la nostalgia entre callejones y noche de luna, su perfume de azahares. Hablamos de los pueblos mágicos de Mazamitla y San Sebastián del Oeste.
Mazamitla… los “Alpes de México”
Los primeros pobladores del “Lugar donde se cazan venados con flechas” –significado de esta población en náhuatl– fueron los aztecas en el año 1165, aunque otras civilizaciones precolombinas como los purépechas también habitaron este pueblo mágico y en el periodo colonial, la localidad es fundada un 30 de marzo de 1537 bajo el nombre de San Cristóbal Mazamitla.
Otro acontecimiento histórico sucedió en la etapa de independencia, cuando el Cura Miguel Hidalgo ofició una misa en Palos Gordos y utilizó como altar el tronco de un viejo roble que aún se conserva.
Algunas atracciones de la llamada “Suiza mexicana” o los “Alpes de México”, son su entorno boscoso, decorado por lindas cabañas con chimenea para el romance, digo, para el frio; las delicias en su “Mercado de los antojitos”, donde la especialidad es el menudo con unas tortillas hechas a mano; la belleza arquitectónica barroca de la Parroquia de San Cristóbal, edificada a mediados del siglo XX a petición del cura José Santana García, personaje icónico del pueblo por impulsar el desarrollo de la comunidad; la cascada “El Salto”, donde puedes realizar un recorrido a caballo y cruzar el fraccionamiento Los Cazos, que cuenta con elegantes cabañas. Al llegar a la caída de agua de más de cien metros de altura, el espectáculo de la verde naturaleza con el concierto acuático, otorgan un completo estado de calma.
Otros encantos son sus artesanías en el paraje Hidalgo; la gastronomía con su rico caldo elaborado con pollo, res y puerco llamado “Bote”, los exquisitos quesos, frutas en conserva como postre y no podemos dejar pasar la bebida tradicional, el “pajarete”, realizado con leche recién ordeñada, chocolate y charanda; la Fiesta de las Flores en octubre o las Fiestas Taurinas en febrero, con desfiles de charros, jaripeos, corrida de toros y algunos conciertos.
Además, el principal destino de alta montaña en la Sierra del Tigre jalisciense, cuenta con un lindo criadero de truchas llamado “Valle Verde”; leyendas de bandidos y tesoros escondidos en sus cuevas; su parque acuático “La Toscana”, donde puedes rentar un bote y pescar en un atardecer inolvidable… y para los aventureros, la vida nocturna de Mazamitla ofrece a los noctámbulos la discoteca más grande del estado. Así que entre tanta mujer hermosa, el final de la velada estimado lector, dependerá si la pasas solo o acompañado.
San Sebastián del Oeste… relajación minera
El periodo prehispánico de esta entidad fue protagonizado por los Tecos, hasta que en 1530, el peninsular Nuño de Guzmán se apodera del territorio y en 1542, se descubren las minas, y se bautiza al pueblo como Real de Minas de San Sebastián.
En el siglo XIX, San Sebastián tenía más de 20 mil habitantes, pero tras la huelga de los mineros en 1888, la empresa neoyorkina Mr. Beckas realiza un paro inmediato de los fundos mineros y poco a poco sus residentes fueron abandonando el poblado. Actualmente solo 600 personas viven en ella.
Tranquilo, relajante por su ambiente campirano y edificaciones con una curiosa historia, este pueblo mágico es una excelente opción para desconectarse del estrés, las multitudes y disfrutar de la naturaleza.
El recorrido comienza en su plaza principal, donde se encuentra la Hacienda Esperanza de la Galera, que posee varios árboles frutales, para que disfrutes de estas delicias gratuitamente; la Quinta Mary, sitio donde se elabora café de altura orgánico, recuerda pedir referencias sobre don Raúl Bernal, para que acompañes tu café con uno de sus puros artesanales; la casa museo Doña Conchita Encarnación, en la cual se encuentra la principal cronista del pueblo; la Hacienda Jalisco, famosa por no contar con luz eléctrica, refugio de celebridades que se ocultaban en esta vieja construcción novohispana, definitivamente todo un viaje por el tiempo entre una iluminación con quinqués y a unos pasos la iglesia de “San Sebastian”, para confesar un poco las culpas… posteriores.
Respecto a su oferta eco-turística, la localidad muestra el Rancho Potrero de Mulas, para que conozcas algo sobre la vida silvestre; el recorrido a “La Bufa”, cerro hipnótico por sus atardeceres de ensueño en su cima; el tour por “Los Reyes”, con una bella vegetación tropical y al cruzar su puente colgante llegarás a “La Escondida”, cueva que cuenta con impactantes prismas basálticos.
En materia culinaria, los platillos varían, ya sea que prefieras la crema de huitlacoche, una lengua en salsa de almendras o el pollo al tamarindo, te sugiero que no dejes de probar la bebida tradicional… el chocoraiz, elaborado con rancilla.
La noche, por su parte, tiene un espectáculo propio, al cubrir el pueblo con una mágica neblina; imagínate una cena italiana a media luz, un buen vino, como escenografía edificaciones coloniales abrazadas por árboles acariciados por la niebla y a ella como inspiración. En la cabaña, la chimenea espera prendida y entre montañas… solo falta que le añadas a la historia, tu final ¿feliz?
Estimados homoespacioeros, les comparto los enlaces dentro de la web para que continues disfrutando del Estado de Jalisco… entre montañas:
Mazamitla. https://youtu.be/Cy18LcMg9E0
San Sebastián del Oeste. https://youtu.be/DUQRG30DYk0
Amigos, los invitamos a que visiten www.homoespacios.com así como a escuchar las cápsulas y comentarios homoespacieras dentro del programa “El Poder de la Palabra” en Radiocapital 830 AM, todos los miércoles y viernes de 16:00 a 17:00 horas y los lunes por la Radiorama 1590 AM, Homo Espacios en vivo dentro del programa “Yo Campesino”. Pueden contactarme a través de:
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