domingo, diciembre 22, 2024 - 7:55 am
InicioOpiniónColumna invitadaPobre PAN, tan lejos de Dios y tan cerca de sus panistas

Pobre PAN, tan lejos de Dios y tan cerca de sus panistas

  •  Resulta increíble que en los últimos nueve años, este partido que pintaba para sacar a flote lo mejor de los mexicanos, se haya desdibujado y perdido el rumbo de una manera tan estrepitosa. Lo anterior, creo, tiene su origen en la perdida de rumbo y en el egoísmo de quienes se sentían dueños del partido

/Por Marcos Enrique Herrera González/

 Hace unos días hicieron púbica su aspiración por contender por la presidencia de Acción Nacional, Ricardo Anaya y Javier Corral, actuales diputado y senador respectivamente, el primero con una meteórica carrera y el segundo un experimentado tribuno pero que, desafortunadamente les falta el empaque de líderes que requiere el PAN, si los panistas quieren recuperar su prestigio y el lugar en la historia que ha perdido, sobre todo, en los últimos nueve años.

 Y es que como decían las abuelas, “si quieres conocer a Andrés vive con el un mes” a los mexicanos nos vasto vivir con los panistas en la presidencia de la república por doce años y desafortunadamente vimos que resultaron peor que muchos priistas.

Pero volviendo al PAN, resulta increíble que en los últimos nueve años, este partido que pintaba para sacar a flote lo mejor de los mexicanos, se haya desdibujado y perdido el rumbo de una manera tan estrepitosa. Lo anterior, creo, tiene su origen en la perdida de rumbo y en el egoísmo de quienes se sentían dueños del partido.

La historia de la perdida de rumbo tiene su origen en la llegada al poder, el egoísmo de los panistas que creyeron que Vicente Fox tenía la obligación de incluirlos en su gobierno y que al no suceder así, decidieron no apoyar su gobierno y sus acciones, que si bien no eran puramente panistas tenían ese ADN.

Sin embargo, los esfuerzos del equipo Foxista nunca tuvo el apoyo de los diputados panistas en la cámara, encabezados por Felipe Calderón, a quien la nobleza de Fox a pesar de su ineficiencia o egoísmo, lo llevo a la dirección de Banobras y después a la secretaría de Energía, a la cual renuncia luego de un berrinche, por la opinión de Vicente Fox, sobre su destape como precandidato por el PAN a la Presidencia de la República.

Y este Felipe, pintado de cuerpo entero en una carta, por uno de sus principales mentores Carlos Castillo Peraza, es uno de los principales responsables de la situación del PAN hoy día.

Aquí un fragmento de la mencionada carta, 1Tu naturaleza, tu temperamento es ser desconfiado hasta de tu sombra. Si te dejas llevar por ése, entonces no te asustes de no contar ni con tu sombra: ella misma se dará cuenta que es sombra, pero que no es tuya; será sombra para sí, no contigo, no tuya. Dile al perro de adelante de cada uno de los trineos de tu flotilla que él es el único que ve un horizonte distinto. Tú tendrás así la mirada de todos los horizontes; no tendrás que verle las patas a todos, ni las correas a todos: serás el Can Mayor, vigía de todos los horizontes y patrón de todos los trineos. Presidirás: estarás sentado arriba. Desde allí, vigila y exige con suavidad; carga sobre ti los errores de ellos. Acertarás con ellos. El riesgo es que todas las fallas se te carguen a ti. La oportunidad es que los aciertos serán todos tuyos. Pero con este proceder, lograrás que tus subalternos serán tuyos contigo: no envidiarán tus medallas porque las sabrán de ellos; no te cargarán sus tropiezos porque los sabrán suyos. Serán uno. Crecerá el partido con el crecimiento de sus dirigentes. Serás su líder, la cabeza del cuerpo que sabrán y sentirán suyo; te sabrán su cabeza. Y esto es importante porque nadie te niega que eres cabeza y que tienes cabeza. Yo menos que nadie”.

Pero o no la leyó, o no quiso entender, tras su llegada a la presidencia de la república, este hombrecito, intentó hacer a un lado al presidente de su partido, no porque dudara de sus capacidades sino porque él lo tenía que ver para arriba y no para abajo como a todos sus “subalternos”, y no descanso hasta hacerlo a un lado y colocar en su lugar a un incondicional Germán Martínez, quien tras un rotundo fracaso en las elecciones intermedias, dejó su lugar a otro incondicional de Felipe, César Nava Vázquez, quien también fracaso y finalmente toco el turno a Gustavo Madero, este último que termino mordiendo la mano de quien lo llevó a la presidencia del partido, el propio Calderón.

Así la historia de los últimos presidentes o administradores del PAN como les llaman, pues el último presidente realmente electo fue Manuel Espino Barrientos, en el 2005, así que del 2007 a la fecha al más puro estilo priista, han sido colocados los presidentes del PAN.

Ahora contenderán por esta posición el ahora incondicional de Madero, Ricardo Anaya, sin más méritos que la de ser un incondicional de Madero y por otra parte Javier Corral, de quien se puede decir que es un hombre preparado, pero que su paso por el congreso no ha sido porque los electores así lo decidieran, sino por la vía plurinominal, la de primera minoría y primera fórmula y cuando fue candidato a gobernador de su estado en coalición del PAN con el PRD perdió.

Así que de los dos candidatos a presidir el PAN no se hace uno y se puede decir que la caballada no sólo esta flaca, está escuálida, en gran medida esto se lo debe Acción Nacional a Felipe Calderón y sus secuaces, quienes se encargaron de frenar el surgimiento de nuevos líderes en los últimos años, o en el peor de los casos, permitir el surgimiento de algunos pero sólo bajo la tutela de los Calderonistas o los Maderistas, que como podemos ver están para llorar.

Finalmente todo parece indicar que el próximo encargado del PAN será, el llamado niño maravilla, Ricardo Anaya con el apoyo de Madero, quien espera en reciprocidad el apoyo de éste, para ser coordinador de la bancada y como lo hizo la Vázquez Mota, posteriormente llegar a la candidatura presidencial, claro si no decide Ricardito morder la mano de quien lo colocará en la presidencia del partido y terminar por apoyar a Margarita Zavala.

 Pobre PAN ni para donde hacerse.

1.- fragmento de la Carta escrita por Carlos Castillo Peraza a Felipe Calderón, semanas después de que éste asumiera el cargo como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PAN. México, D.F., 8 de mayo de 1996.

POST RELACIONADOS

Nuevos post