- El ganador fue el SAT, ya que la recaudación subió 46.8 por ciento. La Ley de Ingresos de 2014 estimaba recaudar por bebidas azucaradas 12 mil 455 millones de pesos (mdp) pero la recaudación real fue de 18 mil 279.7 mdp
/Pasaporte Informativo/
El impuesto de 1 peso por litro a las bebidas azucaradas que supuestamente tenía como propósito desalentar el consumo en favor de bebidas como el agua, fue un rotundo fracaso: el volumen de ventas bajó apenas 2.5%, el consumo de agua embotellada apenas creció 2.3 por ciento y el consumidor final fue el gran perdedor, sobre todo el de menos ingresos, ya que la inflación de refrescos envasados fue de 15 por ciento.
El ganador fue el SAT, ya que la recaudación subió 46.8 por ciento. La Ley de Ingresos de 2014 estimaba recaudar por bebidas azucaradas 12 mil 455 millones de pesos (mdp) pero la recaudación real fue de 18 mil 279.7 mdp.
Si el consumo de bebidas azucaradas se hubiera reducido como sugiere un presunto estudio de la Universidad de Carolina del Norte (UCN) y el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), hubiera sido imposible obtener un incremento en la recaudación como el que se logró.
El estudio mencionado, de cuya metodología se tienen serias dudas, llega a conclusiones equivocadas, como decir que el precio de las bebidas se incrementó 10 por ciento cuando el Índice Nacional de Precios al Consumidor muestra que la inflación de refrescos envasados fue de 15.35 por ciento, a partir de la entrada en vigor del IEPS.
Este incremento es congruente con lo que reporta la industria y otras fuentes especializadas como Kantar World Panel México (KWP), quien realiza mediciones semanales a 8 mil hogares del país en poblaciones de más de 20 mil habitantes y representan el 97 por ciento de la población urbana.
Otra media verdad que cita el estudio es que las bebidas azucaradas reportaron una reducción promedio de 6 por ciento el año pasado, mientras que la industria refresquera reporta una caída en las ventas del volumen de ventas totales de 2.5 por ciento.
Y el último resbalón del estudio es que señala un aumento del 4 por ciento en el consumo de bebidas sin impuesto, en especial agua embotellada. Pero, KWP reporta que el promedio de crecimiento de agua embotelladas entre 2009 y 2013 fue de 5 por ciento y, durante 2014 el consumo de agua en hogares sólo creció 2.3 por ciento, lo cual se encuentra debajo del promedio de años anteriores. Es decir, ni bajó el consumo de refrescos ni aumentó el de agua en la medida que se había planeado. En cambio, los pobres son aún más pobres.