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Emilio Chuayfett daña a la educación en México

 

*Pusilánime es quien carece de valor para enfrentar conflictos, señor “Secretario”

Por Luis Repper Jaramillo*

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Luis Repper Jaramillo, autor de la columna "Comentando...tu Ciudad"
Luis Repper Jaramillo, autor de la columna «Comentando…tu Ciudad»

La comparecencia del “Secretario” de Educación Pública, Emilio Chuayfett Chemor, ooootro mexiquense, ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, en el Senado de la República, fue una simulación, un día de campo para los legisladores y el funcionario público –que no funciona-, cuyo objetivo era aclarar ¿por qué tanto la SEP, como Hacienda, y los gobiernos estatales involucrados, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, Guerrero, le pagan a los holgazanes “maistros” de la CNTE, que no trabajan, no enseñan, no educan, no orientan, pero siguen cobrando quincena tras quincena.

Un afrenta de legisladores, funcionarios públicos, gobernadores y hasta el Ejecutivo Federal, contra millones de niños y sus padres, que pierden año con año la oportunidad de mejorar su calidad de vida, vía la educación, por un conflicto político, económico y de poder, que mantiene a México en un vergonzante sitio sobre la calidad educativa a nivel mundial.

Mientras estos sujetos –legisladores y funcionario- se desgarraban las vestiduras en la simulación, perdón, la comparecencia, millones de alumnos pierden clases por más de 15 días en una acción de daño irreversible en la formación académica de quienes deberían ser la prioridad para el actual y el futuro cultural y educativo del país.

Tener a Chuayfett como “Secretario” de Educación Pública es un despropósito del actual sexenio priista, el señor carece del perfil profesional para desempeñar el cargo, porque dejar en manos de un político la educación nacional tiene por consecuencia su politización. El problema de la CNTE no es laboral o reivindicatorio de su ministración quincenal, No, es la lucha por el control, el manejo político y la riqueza económica de las zonas de influencia de la Coordinadora.

Un ejemplo claro es el de la chiapaneca Elba Esther Gordillo Morales, la otrora poderosa dueña del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) quien con un “pinochetazo” orquestado por Carlos Salinas de Gortari y la propia Elba Esther, derrocaron y quitaron el poder el profesor potosino Carlos Jonguitud Barrios, quien ya no le servía al PRI, ni a Salinas de Gortari. Ambos se coluden y forman por más de 25 años un poderosísimo sector que le daba al tricolor votos, dinero e influencia para sus afanes dictatoriales, como lo calificará Mario Vargas Llosa, con aquello de que el PRI ejerció durante 70 años una “dictadura perfecta”

Bueno… esto fue sólo una acotación. Volvamos al tema de los “maistros” y Chuayfett. Decía que la SEP no debe estar bajo la responsabilidad de un político, sino por las funciones propias para enseñar, tiene que ser un maestro normalista, que haya dejado en el aula conocimientos, sapiencia, carácter, calidad, técnica y psicología para entender las necesidades de un alumno y la satisfacción de los padres, por la nobleza de haber enseñado a lo más importante de la educación: los alumnos. O quizá, un pedagogo.

Pero, no. El mexiquense Peña Nieto, se decidió, no por el perfil profesional, sino por el gentilicio y la amistad que le tiene a Chuayffet Chemor, pues en su Carta de Vida, sólo aparecen cargos políticos como Gobernador, Secretario de Gobernación, Presidente del IFE, Diputado federal, presidente municipal de Coacalco, Delegado en Benito Juárez. El único antecedente ligado al actual fue el de Secretario de Educación, Cultura y Bienestar Social del Gobierno del Estado de México. Secretario de Gobierno de su tierra natal. Procurador Federal del Consumidor, etc. Con este CV, ¿en dónde se encuentra el perfil ideal para desempeñarse como titular de la SEP?, en ningún lado ¿verdad?

Y esta sinrazón tiene paralizada a la educación nacional. Desde la llegada nuevamente del priismo a Los Pinos, la noble responsabilidad de enseñar se descompuso, con él llegaron los conflictos y el fortalecimiento de la CNTE, que tiene shockeado, apanicado, miedoso al sexenio peñista; peor aún, a la sociedad que sin deberla ni temerla, un día sí y el otro también, en el DF, Oaxaca, Chiapas, Guerrero, Michoacán, le rompen la paz social, el libre tránsito, la vida cotidiana a automovilistas, transeúntes, comercios, mobiliario urbano y distrae a las policías locales, estatales y federal de su misión, por cuidar y proteger a los infames “maistros” que tanto daño le hacen al país.

Esto confirma, además, que aun siendo político, Emilio Chuayfett, no puede, no sabe o no quiere resolver el conflicto magisterial. Es incapaz. Cuando estos irresponsables asaltaron el Zócalo de la Ciudad de México, por más de 40 días, provocando caos, pérdidas millonarias a los comerciantes del Centro Histórico, el “señor Secretario” de Educación, se escondió debajo de su escritorio, en la espalda del Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera y del Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y jamás dio la cara para enfrentar a la disidencia; finalmente el inquilino del Palacio de Cobián, le resolvió el problema mandando a la Policía Federal para desalojar la Plaza Mayor del país.

Chuayfett ha dejado hacer, dejado pasar. Su tibieza y carácter timorato, mantiene el conflicto magisterial por casi tres años, con impacto negativo para millones de alumnos, y lo más terrible, en los Estados del país más retrasados académicamente como Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Hidalgo, a los que se suma la pobreza y pobreza extrema.

En los momentos más críticos de las acciones de la CNTE, en la Ciudad de México y en sus territorios de influencia el mexiquense se escondió en el rincón más alejado de las agresiones magisteriales y sólo alguna vez salió a los medios a “amenazar” con descontar los días a los maistros que no trabajaron. Desde luego, se carcajearon de risa los inconformes, ¡por tan agresiva disposición del “señor Secretario”!

Retomo una declaración del gris “Secretario” de Educación, durante la comparecencia en el Senado, cito textual: “las reformas estructurales no pueden lograrse con dogmáticos que quieren tener la razón, ni con pusilánimes que duden aún de la duda misma”

¡Qué inconsciente! Señor Chuayfett el pusilánime es usted, y déjeme señalarle el significado de esa palabra y luego se la adapto: persona que muestra poco ánimo y falta de valor para emprender acciones; enfrentarse a peligros o dificultades o soportar desgracias.

Mire “Secretario” acabo de describir a lo largo de esta entrega su falta de valor para enfrentar el conflicto con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, que lo tiene en su puño, ¿cómo se atreve a calificar de pusilánime a quienes dudamos del éxito de la reforma educativa, que debería ser la joya de la corona en la estructura organizacional de un país que aspira a ser grande?, Usted rehúye a su responsabilidad, sentarse a la mesa para dialogar o poner un hasta aquí, a esos revoltosos maistros de la CNTE, ha dejado el conflicto, que transformó en político, a la Secretaría de Gobernación –que tampoco puede- y se atreve a decir pusilánimes a quienes dudan de su reforma educativa. A usted le falta valor, –como dice la definición de la palabra- ánimo para emprender acciones y enfrentarse a la solución del problema magisterial. Esta es una verdad incontrovertible

Mientras ustedes los políticos (Chuayfett, Osorio, Miranda) juagan junto con la CNTE a las mesas de diálogo, a la negociación, a las marchas y plantones, a desgraciar la tranquilidad y paz social de la ciudadanía, ¡valiéndoles un comino! que son terceras personas ajenas al conflicto, millones de niños y jóvenes de educación básica en el país, pierden lastimosamente horas/enseñanza, retrasando su aspiración de vida. Detalle que para ustedes no tiene importancia, ya que tienen resuelta su vida y la de sus familiares.

Emilio Chuayfett no es el responsable de educación pública que México necesita, lamentablemente dos años y medio después los resultados son claros. Urge un cambio en la titularidad de la SEP, por alguien inteligente, con el perfil profesional que el cargo exige. Se necesita un maestro normalista o ya de perdis un pedagogo, la responsabilidad no admite un político venido a menos, que está ahí por lazos gentilicios.

Insisto, la comparecencia de Emilio en la Comisión Permanente, en el Senado fue sólo una simulación de ambas partes, porque el conflicto no sólo sigue, sino se agudiza por las reacciones de la CNTE a la decisión de la Corte de avalar la constitucionalidad de la evaluación magisterial.

Chuayfett, tiene que irse, no debe hacer más daño a la educación del país. Tal vez en el Estado de México sí lo quieran.

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)

    

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