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La crisis de la derecha y de las ideologías

  •  El amor, el matrimonio, la familia, los hijos, la cultura, el destino…ya no pueden conjurar para ser aliados del hombre en su futuro. Sus colores definidos hoy son un vitro de diferentes tonalidades donde no se reconoce un solo color. Si es amor, es amor libre, comprometido, gay, heterosexual, con los animales, con las plantas…y no hay jerarquías

Por Héctor Pérez Estrada

“Tantas informaciones, lejos de llenarnos, nos vacían” (Miguel Angel Asturias)

Héctor Pérez Estrada, abogado, bohemio y autor de la columna "Buzón de Cavilaciones".
Héctor Pérez Estrada, abogado, bohemio y autor de la columna «Buzón de Cavilaciones».

Hasta antes de la caída del Muro de Berlín, por lo menos quedaban claras las diferentes ideologías totalitarias. Un buen libro que nos habla de ellas es el de Walter Montenegro “Corrientes Políticas y Sociales”.

Los Jesuitas estuvieron muy activos en el mundo en esto de definir bien las líneas doctrinales de las grandes corrientes de pensamiento.

Después de ese acontecimiento histórico pareciera que paulatinamente la política dejó de necesitar de las ideas de fondo y se aplicó a darle satisfacción y realización al hombre y a la sociedad en su realidad material y en su felicidad personal y su medio ambiente.

Por ende, los electores de muchos países y entre los que están los mexicanos, centran su atención, si es que realmente ponen atención, en los satisfactores económicos, en el precio de la gasolina, en los precios de la canasta básica, en el precio de la educación, en las prestaciones laborales que auguran un mejor bienestar y futuro, etc.

Algo ocurrió con la política, que la familia, los valores humanos, los derechos fundamentales, el derecho a la vida, a la cultura, los derechos de la iglesia, las relaciones clero-estado, la educación trascendente, las relaciones hombre mujer, la ética en el sector público, el impulso a la educación humanista y muchos temas que abordan al hombre en su realidad psico-espiritual, son proscritas a un extraño mundo abstracto, donde no suceden las cosas que alguien quisiera que sucedieran, donde al no ser el dinero el actor principal, es como un reducto natural para filósofos, poetas, artistas, teóricos, escritores, comunicadores…que nadie necesita en los mundos del world strade journal, en Davos, Strasburgo, Indonesia…

Llegó esta política para quedarse y las doctrinas y las ideologías también entraron en crisis. Ya no eran necesarias en un mundo donde los problemas prácticos  se resuelven con estrategia, matemáticas, estadísticas, indicadores y con dinero.

Y curiosamente cuando el hombre pierde esta visión aparece en las sociedades del mundo el hombre light, que solo está comprometido con aquello que causa satisfacciones materiales, sensoriales, sensitivas, emocionales. Lo superfluo da satisfacción a nuestra parte animal y emotiva y la vida transcurre feliz y esa es nuestra medida.

El amor, el matrimonio, la familia, los hijos, la cultura, el destino…ya no pueden conjurar para ser aliados del hombre en su futuro. Sus colores definidos hoy son un vitro de diferentes tonalidades donde no se reconoce un solo color. Si es amor, es amor libre, comprometido, gay, heterosexual, con los animales, con las plantas…y no hay jerarquías. Si se habla de la familia puede ser la de la esposa o la de la amante, la formada con miembros de un club, o con aquellos amigos, que en países desarrollados, se ven obligados a congregarse porque el individualismo de sus hogares los arrojó a la calle y buscan ser amados en alguna parte. Y los hijos, la cultura, el destino…también están en dispersos y variados colores.

¿Son importantes las ideologías para el mundo contemporáneo?

Así como hay izquierdistas que nacieron bajo el influjo de la doctrina marxista habemos otros que orgullosamente nos reconocemos de derecha, que creemos en el matrimonio, en la familia única de hombre y mujer, en los valores humanos fieles a la ortodoxia cristiana no a las ocurrencias de los charlatanes como Oshio, creemos en la propiedad privada, rechazamos los totalitarismos, creemos en el hombre como realidad espiritual y material, creemos en el Estado y en sus dimensiones material y espiritual.

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