»Cuando la acción política tiene que ver con principios morales que no admiten derogaciones, excepciones o compromiso alguno, es cuando el empeño de los católicos se hace más evidente y cargado de responsabilidad» (El Compromiso y la Conducta de los Católicos en la Vida Política, Congregación para la Doctrina de la Fe)
/Por Héctor Pérez Estrada/
Definitivamente el tema en el mundo respecto a México es la corrupción y la impunidad, justamente ese tema tan importante que los gobiernos panistas de Fox y Calderón no acometieron con toda la fuerza que se requería y prefirieron no romper el cuello del dinosaurio y esa fue, la causa de que el dinosaurio con unos coletazos, trajera de regreso al PRI, con una nueva generación de ladrones con doctorados, juniors, vividores, que no tienen ni la menor idea del México sufriente, y que sus pañales de seda y sus palacios simulan los capullos que los han protegido de un pueblo “al que llaman naco y piojoso”, que como sus padres y ancestros, sólo usan políticamente.
Circula en la red un video del periodista Jorge Ramos, declarado como uno de los personajes más influyentes, donde pone otra vez de manifiesto la corrupción del matrimonio presidencial y vuelve a afirmar aunque con otras palabras, lo que muchos han dicho, “Sólo en este país un escándalo y latrocinio de esta magnitud mantiene todavía a un presidente en el poder”.
México en este momento está viviendo escenarios como aquéllos que se derivan de aquella famosa teoría de los vidrios rotos en el tema de la comunicación. Cuando para probar la veracidad de dicha teoría se dejó un coche con el vidrio roto en uno de los barrios de delincuencia más frecuente en EU el fenómeno que se originó fue que del vidrio roto, siguió el robo de las llantas, y paulatinamente el desmembramiento de la unidad y daños frecuentes en el vehículo cada día que amanecía. Hoy esa teoría es ilustrativa en México porque los gobernadores del PRI y sus personajes locales leales a ellos saben que en vez de pararle a la corrupción deben aprovechar, hoy que es su tiempo para enriquecerse y hundir más al país. Y por ello si Videgaray y presuntamente el Srio. de Gobernación y otros más, que irán saliendo poco a poco, incurren en esto, se debe a una analogía de la teoría de los vidrios rotos.
El asunto de la corrupción es ya tan grave que si se lee con cuidado el texto que circuló la CEM, Los Obispos, recomendando razonar el voto y fijarse en los perfiles de los candidatos y demás, tiene un trasfondo que preocupa: la corrupción. La Iglesia, que debe cuidar la unidad de los católicos, se ha lanzado a fondo y casi le dice al pueblo que si quieres a los mismos corruptos pues sigue votando por ellos. Esa es mi particular interpretación, por lo siguiente:
No hay en estos momentos gobiernos panistas estatales de los cuales se diga que incurren en grave corrupción. Pero sí hay un priismo corrupto, un Mancera muy criticado y que no hace las cosas bien en el DF y una izquierda ligada en la zona Sur a las mafias del narcotráfico.
Debo reconocer, con toda honestidad, que no veo al Presidente nacional del PAN montado en este tema porque quizá siente que no tiene la autoridad moral, lo concedo, sin embargo, tratándose de partidos políticos, sólo el panismo tiene la autoridad moral y la congruencia en el ejercicio de muchos de sus gobiernos locales, para exigir un alto a la corrupción.
¿Tanto grito sobre la corrupción traerá conciencia ciudadana y un voto eficaz las próximas elecciones y contra el PRI? No lo sé. Nuestro pueblo es extraño, le gusta que lo chinguen y le gusta chingar, con esa atingencia con que Octavio Paz nos describe en El Laberinto de la Soledad y que algo de ello también explica aquel viejo libro del periodista gringo Alan Riding titulado Vecinos Distantes. En fin….