*Hay tres culpables son hombres, nombres y su partido político
Por Luis Repper Jaramillo*
Esta será la Semana Santa más dolorosa, austera, insensata y lastimosa de la que tenga memoria y todo por una política económica y fiscal torpe, irracional de un sistema que no atina a resolver la crisis de credibilidad y confianza que los mexicanos sentimos por el gobierno peñista.
Mientras en la mesa de las familias no alcanzará para llevar manjares del mar por lo caro que están, por el galopante desempleo que alcanza a más de 22 millones de personas, por el alarmante grado de pobreza y pobreza extrema que supera los 52 millones de compatriotas y desde luego por la imposibilidad de que la ciudadanía pueda disfrutar un periodo vacacional acorde a sus necesidades constitucionales de diversión, descanso y disfrute de paseos –por lo elevados precios de hoteles, aviones, autobuses, etc.- sólo la casta divina, los funcionarios del primer círculo peñista viajarán a costa del erario de los mexicanos.
Mal se vio Enrique Peña Nieto y sus invitados a la visita a Reino Unido en donde desplegaron insultantes vestimentas, joyas millonarias, vestidos de marca, superior a los 100 mil pesos cada uno y la gota que derramó el vaso, fue la presunción, arrogancia, snob, cinismo, desprecio por la mayoría de los mexicanos que mostró la publicación del ajuar de la señora Angélica Rivera, en 21 páginas de la Revista elitista ¡Hola!, en donde en un texto lamentable y fotografías, no propias de un país en crisis –no sólo económica, de inseguridad, fiscal, sino de credibilidad y confianza en el gobierno federal. La publicación nos indilga una sesión fotográfica vanidosa de cómo presumir en el extranjero riqueza que no se posee, mientras millones de mexicanos carecen de trabajo, comida, ni un techo en donde vivir.
Para su mala suerte, el viaje, con cargo a los mexicanos, estuvo precedido de varios descalabros del inquilino de Los Pinos y del Secretario de Hacienda; del problema sin resolver de Ayotzinapa y la ingobernabilidad en el Estado de Guerrero, entre otros: el primero por la Casa Blanca de las Lomas, que aunque dieron una justificación pública ¡nadie les cree! El segundo, la residencia, del brazo derecho de Peña, Luis Videgaray, en Malinalco, Estado de México, en una exclusivísima zona con campo de golf a la puerta, de dudosa adquisición, que en ambos casos tienen un denominador común, el constructor privilegiado de la administración mexiquense y federal peñista, Armando Hinojosa (Grupo Higa).
Al respecto, cuando estalló el escándalo por la Casa Blanca de las Lomas de Chapultepec, el Periódico británico “The Economist” citó: “la compra por parte de Luis Videgaray de una casa de descanso en Malinalco, financiada por Armando Hinojosa Cantú, propietario de Grupo Higa, el mismo consorcio que es dueño legal de la residencia de Angélica Rivera, esposa de Peña Nieto, en una zona exclusiva del Distrito Federal”, y añade: “las operaciones inmobiliarias confirmaron el estrecho vínculo entre la administración de Peña Nieto y el Grupo Higa, (conflicto de interés).
“Tanto Peña como Videgaray insisten que no hicieron nada ilegal. Pero pierden de vista un punto relevante, en las democracias modernas, a cuya lista México aspira incorporarse, los intercambios de favores en los que ambos parecen haber participado con Grupo Higa son vistos como inaceptables y manifiesto conflicto de interés”, finaliza la cita.
Sin embargo, dejen les digo, la cosa no ha pasado –aparentemente- a mayores, porque en México “pasan cosas y no pasa nada”, pero estos priistas olvidaron algo fundamental, por falta de oficio, candidez, torpeza, arrogancia o prepotencia, en junio próximo habrá elecciones intermedias y los desatinos, mala planeación económico/financiera del régimen, la humillación a los mexicanos por la Casa Blanca, la casa de veraniego de Videgaray en Malinalco, el fastuoso desfile de modas y joyería fina de Angélica Rivera en Londres, la barbarie de Ayotzinapa, la matanza de Tlatlaya, y lo que se acule hasta el 7 de junio, cobrará facturas a los priistas en las urnas… y para 2018, las cosas no serán distintas. Los causantes de esta alarmante situación mexicana tiene nombre y apellido Peña/Videgaray.
El descontento social es manifiesto, sólo en Televisa no se dicen las cosas. La televisora de Chapultepec 18, y su conductor estrella, no ven el México real –cómo él dice- Tal cual fue el caso en Londres de la visita oficial a la Reyna, en donde afuera del Palacio de Buckingham, centenas de británicos y de mexicanos radicados allá, hicieron sendas manifestaciones contra la presencia de Peña Nieto, familia y comitiva, por la masacre de los 43 de Ayotzinapa; en el Canal de las Estrellas y en el resto de sus “espacios informativos”, ignoraron esta información y sólo desplegaron el glamur de la flema británica, los carruajes oropelados, los atuendos y accesorios de la señora Rivera, cómo para que los mexicanos no nos enteráramos del descontento social por la visita a la realeza británica.
Tampoco la televisora (“soldado del PRI”), mencionó el enorme número de invitados, comitiva, familiares y dispendio económico que provocó la “visita oficial”. Peña Nieto, su familia y una comitiva de ¡200 personas! fueron a Londres en avión presidencial de lujo (primera clase), mientras el país se hunde en una crisis económica. ¡200 convidados!, menos del 10% tenían carácter oficial, los demás fueron a turistear, de shopping, a tomarse fotos con los soldados de la Reyna; en Abbey Road, la famosa esquina en donde Los Beatles se fotografiaron para la portada de su disco del mismo nombre o para plasmar en su celular o cámara la famosa fachada de Downing Street 10, la casa de los Primeros Ministros de la Gran Bretaña.
A estos colados los mexicanos les pagamos el viaje, en avión de lujo y nadie ha detallado un informe del por qué de este despliegue infame de familiares, amigos, conocidos y “compromisos”.
Todo esto, más los fracasos en contra del crimen organizado, -en televisión presumen que han capturado a 90 de las 125 principales cabezas del narcotráfico-, sin embargo las calles del país siguen sembradas de muertos a causa del control de las plazas, pese a que la “inteligencia” oficial tiene detectados y ubicados las bases de los cárteles.
De todos los mexicanos es conocido, baste con navegar en las redes de la Internet para leer lo que la gente dice del gobierno federal, los columnistas independientes, los noticiarios objetivos, los diarios serios, los Portales sin “compromisos” hablan claro de cómo está el México real –cómo dice aquel-. Los entreguistas pasan su información basada en boletines oficiales; y ni así, la ciudadanía cree y confía en la administración.
Sorprende las decisiones del Ejecutivo de la ineficiencia de la administración, porque al Procurador General de la República, Jesús Murillo Karam, lo removió del cargo y lo mandó a seguir cobrando del presupuesto a un lugar en donde no haga daño, a la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), pero a Luis Videgaray, quien tiene sumido en un hoyo al país por su torpe política fiscal, financiera y recaudatoria, no sólo lo protege, sino lo alienta a seguir dañando a los mexicanos, por sus disposiciones impositivas, restrictivas y tijereteadas, al grado de errar sus propios pronósticos de crecimiento económico (PIB) al que ha reducido sus tendencias para 2015.
Para 2016 anunció recorte de burocracia, para que el gobierno federal, dijo, trabaje con el mínimo indispensable y la pregunta es ¿todas esas personas que correrá el gobierno peñista en donde trabajarán? la respuesta es obvia, a dos renglones: a la informalidad y a la delincuencia, justamente los dos pecados capitales del Secretario de Hacienda.
Con estas acciones, ¿quién cree y confía en el Gobierno Federal?, la respuesta la conoce Peña Nieto, pero sigue confiando en Videgaray Caso.
No estoy descubriendo el hilo negro, los compañeros columnistas de varios medios ya lo comentan en sus espacios, porque ante lo obvio, sólo hay que decirlo a quienes nos leen escuchan y siguen en los medios. Por eso decía al principio de la entrega, amarga, dolorosa, austera y lastimosa Semana Mayor pasaremos los mexicanos, sin dinero para vacacionar, para comer los manjares del mar que tanto nos gustan; otros ni siquiera poder llevar dinero a casa por estar desempleados; pero eso si el viaje a Londres no escatimo en recursos, snob, invitados (200), ropa de marca, joyería fina, dispendio y cinismo.
Pero no sólo será la Semana Santa que se vislumbra desastrosa para la mayoría, sino lo que resta del año y todo 2016; pero he de adelantarles que después del domingo 7 de junio, día de elecciones intermedias, se despejará la duda sobre la utilización ya, del nuevo avión presidencial, el Boeing Dreamliner 787, cuyo costo total será de 6 mil 769 millones de pesos, lo necesite o no, ya está siendo dotado de sistemas sofisticados de navegación, comunicación, defensa, gobernabilidad, etc. para que en septiembre próximo, según información del Estado Mayor Presidencial, esté volando.
Un súper avión de muchos millones de pesos para un país en donde la inseguridad, el desempleo, la pobreza, la informalidad, la crisis económica, la evasión fiscal, la corrupción, impunidad, la “austeridad” -para todos-, menos para la casta divina o burocracia privilegiada, es un insulto, una vergüenza, una afrenta a la dignidad y respeto para la población.
Esto debe tomarlo en cuenta la ciudadanía el domingo 7 de junio de 2015 y la federal de 2018, para castigar con su voto a los responsables de esta insultante situación económica que vive México: hay culpables, son nombres, hombres y partido conocidos, es tiempo que la ciudadanía tome la decisión adecuada. Con su decisión debe cobrarán las facturas de esta afrenta del Sistema a la población.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)