*”El Mejor Ministro de Finanzas del Mundo 2014”, ¡no da una!
Por Luis Repper Jaramillo*
Alza de precios en los alimentos básicos (huevo 40 pesos kilo), carne de res 110 pesos, de cerdo 100 pesos; etc. peso más devaluado que en los sexenios de López Portillo, Carlos Salinas de Gortari; desempleo que se dispara a más de 20 millones de mexicanos, economía informal en todo el país que rebasa los 35 millones de vendedores callejeros, pobreza extrema que supera los 52 millones de mexicanos, más la incredulidad y desconfianza en el gobierno peñista, es el balance de una “economía fuerte” que pregonan en sus discursos Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray Caso, Secretario de Hacienda, cuando la realidad golpea un día si y otro también a la población.
Y como dije en la entrega anterior en este espacio, el golden boy mexiquense, Videgaray, vive en su foxilandia retando a los mexicanos a reaccionar de otra manera ante la sarta de mentiras y engaños en que se desenvuelve este burócrata divino… ¡perdón! el “Mejor Ministro de Finanzas del Mundo 2014”, según la revista especializada Euromoney, quien sí tiene para comprar una casona de más de 8 millones de pesos, ¡con sus ahorros y su multimillonario salario de burócrata sobresaliente!
Sin embargo, los mexicanos, no como percepción, sino como un estigma de la política económico/financiera del sexenio totalmente errática, no accede a los bienes que constitucionalmente tiene derecho, de alimentación suficiente, de calidad y diaria, porque los precios de los productos son inalcanzables.
Para este ínclito personaje, que tiene en su contra a lo población, a los empresarios, a las amas de casa por el encarecimiento de la vida, no existe pobreza, su reforma fiscal es una obra de arte, pero jamás se ha sentado a la mesa de una familia, cuyo jefe del hogar gana apenas 70 pesos diarios, a comer sopa, chile con huevo, tortillas, frijoles y agua de limón, porque no alcanza para más. Pero él come en vajilla de plata en el comedor de la Secretaría o en los más caros y discriminatorios restaurantes de la ciudad, en donde el cubierto por persona oscila entre los 800 y mil pesos.
Ese es el mundo de foxilandia que cree Videgaray podemos disfrutar todos los mexicanos; ¡vamos! señor secretario, ni los 70 pesos diarios de salario mínimo que recibe un trabajador mexicano, se lo acepta como propina el mesero en los lujosos restaurantes en donde acostumbra degustar sus alimentos.
Usted vive gracias al salario y prerrogativas con el dinero que a todos los mexicanos nos quita su política fiscal –como si lo mereciera-, derrochando los recursos en trajes, corbatas, camisas, zapatos y relojes caros; usted gravita fuera del ideal de Benito Juárez, siendo Gobernador del Estado de Oaxaca, hablando ante diputados y senadores, el 2 de julio de 1852, léalo bien y asimílelo: “bajo el sistema federativo los funcionarios públicos no pueden disponer de las rentas sin responsabilidad; no pueden gobernar a impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes; no pueden improvisar fortunas ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado”.
Ojalá los actuales gobernantes y políticos en funciones: diputados, senadores, asambleistas, ministros de la corte, etc. entendieran y acataran esta exigencia de Benito Juárez, y nuestro México sería otra nación, con el gobierno que merecemos, como dijera Alejandro González Iñárritu.
Pero no, señor secretario, su foxilandia lo separa de la realidad. Le doy ejemplos claros: los millones de dólares malhabidos que la PGR le había incautado a Raúl Salinas de Gortari, al comprobarle que eran producto de la corrupción -amparado en el lazo consanguíneo de su hermano-, el sistema federal se los regresó; ese millonario recursos no fue obra de la honrosa medianía que Raulito Salinas desempeñaba como funcionario en el sexenio salinista. Y qué decir de otro priista, el ex gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdez, quien defraudó al estado con más de 32 mil millones de pesos, y sigue impune. Le recuerdo que este señor fue presidente del PRI nacional durante la elección presidencial de 2012 que “ganó” Enrique Peña Nieto.
En sólo dos años de gobierno, Luis Videgaray, la desconfianza e incredulidad volvieron a México, tras 12 años de ausencia. ¡No, si la cola del dinosaurio es muuuuy larga, más larga de dos sexenios!, pero recompuso el camino y vuelve a la carga. No lo digo yo, sino la situación por la que atravesamos en el país; reconocida por el propio Peña Nieto y ahora de conocimiento mundial.
Para que vean que no soy el único periodistas que tiene esta visión de la fallida política económico/financiera del régimen, retomo parte de una Columna del colega Salvador García Soto, publicada por el Portal Viborianus, cito: “el encumbrado empresario que decidió expresar abiertamente su sentir ante Enrique Peña Nieto, a quien acudió en busca de apoyo, nunca pensó que dar su opinión al Presidente y decirle que tenía que corregir el rumbo de la política económica de su Secretario de Hacienda porque estaba “dañando al país y frenando a la economía con sus decisiones”, como la reforma fiscal, fuera a costarle tanto.
Unas semanas después de que acudió a Los Pinos y se quejó del trabajo del Secretario Luis Videgaray, este empresario, de los más importantes del país, vería cómo sus empresas comenzaban a recibir citatorios y emplazamientos de la Secretaría de Hacienda que derivarían en feroces auditorías para revisar su manejo fiscal y el pago de sus impuestos. Decir lo que pensaba y haberle pedido al Presidente que modificara su política fiscal y revisara el daño que su política económica estaba causando a las empresas y al consumo, había tenido un costo muy alto, una suerte de venganza que le llegó directamente desde Hacienda como respuesta a sus cuestionamientos.
Tal vez el empresario, cuyo nombre se omite, no creyó que el presidente Peña Nieto fuera a llamar de inmediato a Videgaray para decirle no sólo de las quejas y denuncias del hombre de negocios, sino que además el mandatario revelaría su nombre y éste decidiría tomar represalias en contra de las empresas del quejoso que, tratando de hablar por otros hombres del dinero, había tenido el valor de ir a Los Pinos y acusar al responsable de la política económica.
El caso de este importante empresario y de la venganza en su contra ordenada desde Hacienda circula como moraleja y advertencia en los corrillos financieros y empresariales del país para aquellos que se atrevan a cuestionar la errática política económica del actual gobierno. Esto ha ocasionado que algunos especialistas, economistas y empresarios prefieran reservarse su opinión o no expresarla en público, de lo que consideran una fallida y confusa estrategia económica de la administración Peña Nieto que ha reducido el crecimiento y ha frenado la producción y el consumo en el año y medio de su gobierno”, fin de la cita.
Así o más claro el foxilandismo del poderoso Videgaray Caso, quien a pesar de la terrible situación económica, el desempleo, la incredulidad y desconfianza de los mexicanos en el régimen, sigue creyendo que estamos de maravilla; que aquí no pasa nada.
Lo invito a que camine por las calles de la ciudad y del país y vea como los comercios, tiendas, boutiques, restaurantes, zapaterías, almacenes de ropa, etc. están vacías, no hay compradores, por la pérdida del poder adquisitivo, el encarecimiento de los productos, etc. y si no quiere hacerlo, que escuche, pues, a las amas de casa, cuyo monedero está semivacío y tienen que aplicar la filosofía de la canción de Francisco Gabilondo Soler, “Cri Cri”: La Patita.
Tan malos han sido los pronósticos económicos y financieros de la SHCP y de Luis Videgaray Caso a lo largo del sexenio que esos errores no sólo se quedan en el papel, sino pegan directamente en la microeconomía, en la paupérrima riqueza de los hogares mexicanos de la clase media/baja, que supera los 102 millones de familias; cheque esta tendencia de Videgaray para 2014: “el crecimiento del PIB en 2014 fue de apenas 2.1%, cifra que quedó lejos, muy lejos de lo que el Gobierno estimaba a principios de año para la segunda economía más grande América Latina después de Brasil, producto del desplome del petróleo y la inseguridad en el país”
Y los “inteligentes” de Hacienda y su Jefe creen que subiendo los precios de los productos básicos, bienes y servicios públicos y privados compensará su equivoca visión de la economía nacional. Este es el auténtico “Mejor Ministro de Finanzas del Mundo 2014”
Se comprueba, una vez más, que en México pasan cosas malas y no le pasa nada al culpable.
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)