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*Marcelo Ebrard jamás deberá llegar a la Cámara de Diputados/Luis Repper

*Autoridades capitalinas y federales podrían ser cómplices de esta inmoralidad

Por Luis Repper Jaramillo*

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A Marcelo Ebrard Casaubón lo mueven las vísceras, no el cerebro. Desde su llegada a la política, siempre segundón, de la mano de su padrino y mentor, Manuel Camacho Solís, “el carnal” se ha movido a base de impulsos, de reacciones, es un tipo inestable, arrogante, inseguro, mentiroso, falsario, oportunistas, y embaucador. ¿Un ejemplo reciente?, la corrupta, inservible y fracasada Línea Dorada, o Línea 12 del Metro, de la que creyó sería su magna obra al frente del Gobierno del Distrito Federal, para catapultarlo, por la izquierda, a la nominación presidencial del PRD, en 2018. Pero su soberbia lo hundió.

Luis Repper Jaramillo, autor de la columna "Comentando...tu Ciudad"
Luis Repper Jaramillo, autor de la columna «Comentando…tu Ciudad»

E insisto en el calificativo de embaucador, porque envolvió a sus compinches Enrique Horcacitas y Francisco Bojórquez, Director del Proyecto y Director General del STC, respectivamente, en una aventura, que soñaron sería su entrada a Los Pinos en 2018, pero por su corrupción, incapacidad, robo, y fraude de más 8 mil 774 millones  de pesos, (sobregiro), los tiene en la lona, en espera, ahora, de que la PGR (porque se utilizaron recursos federales) y la Procuraduría General de Justicia del DF “les eche el guante” por tranzas.

Pero el tema no es la Línea 12 del Metro, sino la incapacidad moral, ética, de aplomo y vergüenza de Marcelo para desempeñar un cargo público, sin anteponer sus intereses personales, económicos y políticos, sobre el compromiso de servir a la ciudadanía.

Ahora el inmoral Ebrard quiere ser diputado federal –por la fácil- por la vergonzosa llegada a San Lázaro, vía plurinominal, la gratuita, la que no debe enfrentar a la gente en mítines y eventos públicos ante el miedo de recibir mentadas de madre, gritos de “ladrón, ladrón”, corrupto, impune y  demás.

Es tal la inestabilidad mental del susodicho, que mostrando una vez más lo inmoral que es, lo falto de ética y convicción política, buscó en el retrete de Movimiento Ciudadano, la oportunidad para obtener inmunidad, es decir, fuero, para librarse impunemente de su responsabilidad del fraude en la Línea 12 del Metro.

Y no es casual esta decisión del ex jefe de gobierno del DF, ya que nunca ha tenido  convicción y lealtad a un partido, ha rodado por casi todos a excepción del PAN. Porque recordarán que inició su presencia en el Revolucionario Institucional (PRI), en donde fue Secretario de Gobierno en la Regencia capitalina de Manuel Camacho Solís.

Después, ambos, salieron vomitando del tricolor y formaron su negocio, perdón, el Partido: del Centro Democrático (PCD), que pierde su registro en 2005, por falta de votos. Luego de destrozar su minita, Ebrard decide seguir mamando del presupuesto federal (dinero de los mexicanos) y coquetea con el partido rémora de México, el Verde Ecologista, en donde le regalaron –por la misma vía, plurinominal- una diputación federal en la 57 Legislatura, y  nunca  se afilió  al tucán.

Una vez consumada su obra, la de cobrar como diputado sin hacer nada, Marcelo se afilia al Partido de la Revolución Democrática, al lado desde luego de su padrino Camacho Solís, quien también hace rabieta estando en el PRI, porque Carlos Salinas de Gortari, no lo nombra sucesor y se la da a Luis Donaldo Colosio, por lo que la pareja infernal Camacho/Ebrard, dejan el PRI y se mudan al Sol Azteca, en donde el inestable, corrupto, impune y mentiroso alcanza la Jefatura de Gobierno, dando tumbos y malos ejemplos como servidor público. Ahí inicia la construcción de su “mega obra” La Línea Dorada, historia ya sabida, de la que no abundaré más, por conocida.

Las autoridades federales y del Gobierno de la Ciudad de México han sido timoratas y miedosas, porque a pesar de las abundantes pruebas técnicas, ministeriales, financieras, locales y extranjeras de la responsabilidad del fracaso y engaño de la obra, ni uno ni otro ha fincado responsabilidad penal, que ha afectado desde hace un año a millones de usuarios en su movilidad, calidad de vida, en sus bolsillos y economía.

Los regímenes peñista y mancerista se “hacen que la virgen les habla” y no mueven un dedo para acusarlo legalmente de fraude, omisión (que también es delito), colusión, corrupción y robo…y cómo se ven las cosas, nada harán, pues al llegar Ebrard Casaubón a una diputación federal obtendrá “inmunidad” y nada podrá hacerse en su contra; porque así sucede en México.

El indeseable “carnal” se ríe de ambos gobiernos, de los diputados –que van de salida- y de los capitalinos, porque el multimillonarios presupuesto para la L12, se quedó en las alforjas de Marcelo, que seguramente compartirá algunos millones con Dante Delgado Ranauro, dueño del Partido Movimiento Ciudadano (herencia de Carlos Salinas de Gortari), quien lo ubicó en el número 1 de la circunscripción electoral (Ciudad de México), por lo que, a la fuerza, entrará por la puerta grande de San Lázaro a la LXIII Legislatura Federal, a partir del 1 de septiembre de 2015.

Este será el quinto partido político en donde militará Marcelo (PRI, PCD, PVEM, PRD, PMC), sin que en ninguno de ellos haya demostrado convicción, lealtad, compromiso, moral y ética, al fin político.

Y como este caso encontraremos en la 63ª Legislatura centenas más, como los priistas, Fernando Espino Arévalo, líder de los trabajadores del Metro, o Carmen Salinas, que seguramente subirá a la tribuna (si es que sube) a mandar bendiciones a sus amorcitos, a promover su “Aventurera” y a defender a Televisa a capa y espada.

Pero regresando a Marcelo, el tipo sin convicción ni compromiso político, jamás representará dignamente –ningún diputado federal y local lo hace- a un sector de la población. Esta vez será una magnífica oportunidad para que los capitalinos cobren facturas a Ebrard por los engañó, como mentir construyendo un obra, riesgosa, inútil, carísima, con dinero del pueblo, que ensució por sus afanes protagónicos y políticos, pues siempre tuvo la mira de llegar a 2018 como candidato presidencial; no lo logró con el PRD y ahora desde su curul pretenderá abonar para que una coalición de Movimiento Ciudadano, con otros de izquierda lo impulsen.

Desde que llegó al GDF tuvo la malsana idea de ser candidato presidencial, pero sus  cualidades mencionadas, le impedirán alcanzar el objetivo; su cruz  será la Línea 12 del Metro, su magna obra, que se convertirá en el último clavo del ataúd de su sueño de grandeza.

Los mexicanos no debemos aceptar, y tenemos que denunciar en todos los foros: prensa, web, redes sociales, noticiarios de radio, mails, etc. la irresponsabilidad en que están incurriendo las autoridades del Gobierno de la Ciudad de México, las Federales, la Cámara de Diputados y en su caso la PGR y la PGJDF, al no fincar responsabilidad penal contra Marcelo, que impediría su registro como candidato del PMC a una diputación federal. No es posible que con todas las pruebas en su contra siga tan rampante, indolente e impune.

La SHCP, a través del SAT, debe investigar el uso y destino de los 26 mil 274 millones de pesos que al final de la frustrada obra se gastó Ebrard, cuando al inicio del proyecto cotizó 17 mil 500 millones, lo que arroja  un sobregiro de  8 mil 774 millones de pesos, que nadie sabe en dónde están, pero todos imaginamos.

Basta de impunidad de tantos políticos corruptos, como es el caso, que buscan a como dé lugar un cargo de representación popular, para alcanzar el fuero constitucional –que hoy pomposamente los diputados salientes modificaron con el nombre de “inmunidad”- que es esconderse de la acción de la justicia por tanta podredumbre que generan, motivan e impulsan.

No debemos permitir que Marcelo Ebrard Casaubón se salga con la suya, que no devuelva al erario público el sobregiro de la desastrosa Línea 12 del Metro, que le regalen una diputación plurinominal, y que ría a carcajada abierta de que “no pasa nada” y se consuma el fraude, robo, corrupción.

El GCDMX, el Federal y las instancias de justicia (PGR y PGJDF), el elefante blanco de la Secretaría de la Función Pública, etc. tienen la palabra. Ni un engaño más a los mexicanos, porque está demostrado que aunque la gente en la urna rechace a los políticos corruptos, en el trayecto del día de la votación a la declaración del INE de los aspirantes triunfadores pasan “cosas raras” y el corrupto obtiene una curul federal, local, presidencia municipal o gubernatura. Este no debe ser el caso de Marcelo Ebrard Casaubón, cuyas líneas de investigación –hasta ahora presentadas- lo hacen culpable del robo y fracaso de la Línea 12 del Metro.

Tenemos que atajarlo, antes de llegar a San Lázaro.

*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)

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