Andanzas por la legendaria ruta de Agua y Chocolate
“…Amaneció en el río y lo crucé desnudo
y chorreando la aurora en todo el monte hendí.
Y era el sabor sombrío que da el cacao crudo
cuando al mascar lo muelen los dientes del tapir…”
(El Viaje-Carlos Pellicer)
Por Ricardo Contreras Reyes
Lluvia, selva, cacao, ríos, pantanos, vida y agua, mucha agua…
Así es Tabasco, convertido en un mar de agua dulce que invade el 70 por ciento de su territorio.
En medio de una espesa niebla y de una insistente lluvia, emprendemos la ruta hacia la sierra tabasqueña, rio arriba, a bordo de una lancha de motor.
En pleno corazón de una selva abarrotada de verde, en todos sus matices, llegamos al Desarrollo Ecoturístico Kolem Jaá, propiedad de Doménica Díaz, donde nos reciben con una invitación a practicar pista comando y rappel y descender en una cascada de 15 metros de altura. Aceptamos la cortesía 4 periodistas: Susana Vega, Arturo Lino (ambos del programa de radio por internet “Platiquemos de Turismo”), Nancy Zamora de Publimetro y un servidor.
Sergio López García, guía del grupo y funcionario de la Coordinación de Turismo del Estado de Tabasco, nos conduce al lugar y se divierte de los esfuerzos que hacemos para bajar la cascada con las cuerdas y de las serie de obstáculos que existen a lo largo del rio. En la dinámica de “pecho tierra”, nuestro amigo Arturo Lino se traga un buche de agua estancada, que días después le produce dolores estomacales.
Ubicado en el corazón de la selva, a 85 kilómetros de Villahermosa, Kolem Jaá (La grandeza del agua), es un interesante sitio de recreo, ubicado al margen del Rio Oxolotán, Municipio de Tacotalpan. Todo está alejado del bullicio citadino y muy cerca de la tranquilidad de la naturaleza. Salvo en la noche cuando el canto de los grillos y las ranas es interrumpido por las estruendosas carcajadas de los compañeros periodistas que juegan jenga y dominó.
- Los pantanos de Tabasco
Muy temprano salimos rumbo a la comunidad El Espino donde nos espera Francisco Marroquín Zavala, conductor del programa televisivo local de Pesca Deportiva. Abordamos en tres lanchas rápidas. La periodista Lorena Bracho, quien colabora con el columnista Leopoldo Mendívil en Radio Fórmula, sube con extrema precaución, pues dentro de algunos meses recibirá la feliz noticia del nacimiento de su bebé.
Los motores arrancan a lo largo y ancho de los pantanos, más adelante enderezamos el camino por el Río González hasta el Puente de Jalapita, cerca de Chiltepec y entramos a un sistema lagunar que conduce a una línea de enlace llamado Arroyo Hondo, que está rodeado de manglares y vegetación tropical.
El aire frío azota nuestros rostros y a lo largo del trayecto nos maravillamos del hermoso paisaje de agua, manglares y lirios acuáticos. Al llegar a la Laguna de Mecoacán, donde existe un estero con más de 5 mil hectáreas de extensión, continuamos hacia el corredor gastronómico de El Bellote-Puerto Ceiba, localizado en el municipio de Paraíso.
El trayecto ha durado más de una hora, el frio y los movimientos bruscos de las lanchas son compensados con una suculenta comida de pescados y mariscos que ya nos espera en el restaurante Chelys. ¡Buen provecho!
- Ruta del Chocolate
En la hacienda cacaotera “Jesús María” nos recibe con una inigualable hospitalidad, Florencio Sánchez Rodríguez, coordinador de agroturismo de la empresa. Estamos en Comalcalco, muy cerca de la zona arqueológica del mismo nombre.
Florencio nos invita a conocer el proceso artesanal de la preparación del chocolate, tal como lo hacían los indígenas precolombinos. El
suave aroma del cacao que se tuesta en un comal del barro con leña es una abierta invitación para conocer la historia y el origen de la hacienda fundada por la familia Cecep.
Es un breve recorrido que culmina con la degustación de un rico chocolate en la sala principal de la casa. Miriam Caraveo, microempresaria de la región, preparó para esta ocasión unas galletas de limón que degustamos sin chistar.
- Parque Museo La Venta
Fundado por el poeta tabasqueño, Carlos Pellicer en 1958, el Parque Museo La Venta resguarda piezas arqueológicas de la Cultura Olmeca descubiertas en la Venta Huimanguillo, Tabasco.
Es una combinación de arqueología y naturaleza, enclavado en una superficie de ocho hectáreas, a orillas de la Laguna de las ilusiones, en la ciudad de Villahermosa. Esta dividido en 2 áreas: zoológica y arqueológica.
La primera exhibe animales pertenecientes a esta región tropical; y la segunda área presenta piezas monumentales de la cultura Olmeca; también cuenta con 33 esculturas que se clasifican en 3 grupos: altares, estelas y cabezas colosales.
Raúl Acosta, guía del museo, nos explica la importancia del jaguar en la Cultura Olmeca, pues también se le conoce como el Pueblo del Jaguar.
Nos llama la atención unos animalitos conocidos como Coatí, quienes al chasquido de las envolturas de las papas o botanas, se paran en dos patas pidiendo de comer. Acosta dice que son amigables y no agreden al turista.
El director del Museo, Rubén Vera Cabrera nos cuenta que anualmente lo visitan 250 mil turistas y que la presencia de la Cultura Olmeca a nivel internacional tiene mucho prestigio, de tal suerte que en Japón existe una carrera universitaria dedicada al estudio de dicho pueblo.
Muchos personajes han marcado la historia de Tabasco, desde el polémico gobernante Tomás Garrido Canabal, encarnizado enemigo de la iglesia católica, hasta el científico nacido en Macuspana, José Narciso Rovirosa y así como destacado político Carlos Madrazo Becerra.
“México nace en Tabasco”, asegura Carlos Zapata, nuestro guía durante un recorrido al Centro Histórico de Villahermosa.
Lo cierto es que visitar Tabasco y su ruta del Agua y Chocolate es una experiencia que jamás se olvidará.