- Uniones o matrimonios “gays” contradicen el Derecho Natural y la Cultura
Por Héctor Pérez Estrada
Junto con mis años de vida y de experiencia sé que los homosexuales son también hijos de Dios y que la Iglesia no los rechaza.
Los acoge como cualquier madre recibe a sus hijos.
Tengo parientes gays, he tenido compañeros en el medio laboral con las mismas inclinaciones sexuales. A algunos los he tratado y son extraordinarios seres humanos.
Soy abogado y mi oficio es el litigio pero me jacto de tratar de vez en cuando con personajes gays del medio artístico, ya que también dirijo un Instituto de Música y Arte.
Por dicho de Políticos profesionales sé que el intento de legalizar el aborto en Coahuila tiene la intención de abrir una cortina de humo para no entrarle a otros temas de carácter fundamental.
En Chihuahua habría que revisar si la intención del Gobierno Estatal con la declaración de Mario Trevizo Salazar, nuevo Secretario de Gobierno, busca orientar la opinión pública y la discusión a un asunto que también sea cortina de humo para evitar las graves investigaciones contra el patrimonio que se le imputan a Cesar Duarte, Gobernador del Estado. Mucho ojo con esto.
Respecto al tema en sí de las uniones homosexuales o de los matrimonios entre gays —así se trate de una resolución que deba ser acatada en todo el país y en Chihuahua— lo cierto es que esta naciente corriente jurídica contradice lo que una sociedad representada, como somos todos los mexicanos, creemos y sentimos sobre el tema.
Entro en materia: Si el tema de las uniones gays con toda la legislación que se propone respaldarla, fuera consultado con todas la herramientas de la Comunicación y del Derecho tales como los Plebiscitos, los Focus Groups, Encuestas de opinión, Consultas Ciudadanas… llegaríamos fácilmente a la conclusión de que esta corriente, iniciativa, propuesta o lo que sea…choca frontalmente con un factor real de poder: LA CULTURA MEXICANA NO SE SIENTE IDENTIFICADA ni siente esto como algo necesario en su sociedad. Quizá valga para la sociedad sueca o francesa o inglesa no para la mexicana. Chocar contra un factor real de poder es la más flagrante violación jurídica ya que el Derecho debe ser una expresión de nuestra cultura, nunca estar por encima de ella.
Por ejemplo en el Poder Legislativo los Diputados de izquierda de la asamblea del Distrito Federal, fundados en que son representantes del pueblo, iniciaron una batahola de cultura de la muerte en temas de aborto, familia y preferencia sexual… ;la sociedad mexicana no protestó reiteradamente por cansancio, pero es claro que esos temas son de una élite extremadamente liberal, permisionista, relativista e individualista.
Los mexicanos podremos ser machos, tranzas, ilusos, pero en estos temas estoy seguro que la sociedad no los acepta y de momento no los aceptará.
El tema da para mucho y es imposible tratarlo en un artículo. España sucumbió a esta contra cultura, en México la sociedad sigue fuerte en este aspecto de su moralidad.
Cierro esta colaboración alertando sobre algunas ideas:
A).- El tema puede ser cortina de humo
B).-La acción de la iniciativa ciudadana en protesta debe ser de carácter nacional no solo local.
C).- El PAN debe lucirse en esta batalla con base en la amplia doctrina sobre la familia y la dignidad humana.
D).- Urge una respuesta jurídica al entramado igualmente jurídico que legitima la legislación de las uniones gays en todos los Estados. (Los Ministros y los Magistrados son hijos de la cultura positivista pero hay abogados en el país con amplia cultura jusnaturalista y católica. De ellos necesitamos conocer otro enfoque.
E).- Muy importante llevar este tema local al Congreso Federal para denunciar ante el país el hecho inminente.
F).-El respeto a las minorías no valida legislar contra lo que piensan las mayorías.
Amplio respeto a la cultura gay, pero la sexualidad, la familia, la procreación…gira sobre dos pilares: el hombre y la mujer y la legislación igual.
