*Ayotzinapa vive, aunque la PGR diera su “verdad histórica”
*Los Abarca son autores materiales, los intelectuales siguen impunes
Por Luis Repper Jaramillo*
“La verdad histórica” de Ayotzinapa no es creíble. Ni padres de los infortunados, ni medios de comunicación serios (Televisa sí lo cree), ni defensores de derechos humanos, menos paleros y oportunistas de la tragedia, como partidos políticos contrarios al PRI y el Verde Ecologista, lo creen, por la sencilla razón de que el gobierno peñista quiere cerrar el caso esté como esté, bajo la bandera de que dos de los responsables están detenidos, el matrimonio Abarca, y el resultado científico de que los 42 restos de los pseudo estudiantes normalistas son irreconocibles porque sus huesos fueron totalmente calcinados y es imposible “rescatar” su ADN.
El reporte final de los investigadores de la Universidad de Innsbruck, Austria, de que por la destrucción total –por el fuego- de la osamenta de los 42 jóvenes es imposible identificarlos, fue un bálsamo temporal para la administración federal y desde luego para la PGR, quienes creyeron que con ello, la sociedad y los padres de los muchachos quedarían convencidos, pero la salida a los medios de Jesús Murillo Karam, para dar su “verdad histórica”, enfadó, irritó y atizó el coraje contra la autoridad a la que calificaron de “mentirosa” y de querer dar “carpetazo”, ahora que se acercan las elecciones intermedias en donde está en juego la gubernatura de Guerrero, la que el PRI quiere arrebatarle al PRD, pero el tiro le salió por la culata al tricolor.
Desde hace 4 meses los padres de los normalistas y sus “abogados del diablo” jamás han creído en las investigaciones judiciales, son reticentes a reportes oficiales y en mal momento el fiscal federal decidió informar “su certeza y verdad absoluta” de que los muchachos fueron detenidos, asesinados, incinerados y arrojados al río, como queriendo decir a los progenitores y la opinión pública “caso resuelto”. Y digo que escogió mal momento porque a poco más de 120 días (7 de junio) habrá elecciones en varias entidades del país, entre ellas Guerrero, y no podrán evitar que los candidatos de todos los partidos sean repudiados, ignorados, agredidos, rechazados e impedirán la instalación de casillas, la concentración de votantes y el ingreso de funcionarios electorales, del INE y de los partidos políticos al sitio.
Esto es lo político, lo menos importante, porque la verdad real es que el origen del mal viene desde el Centro, desde el descuido oficial de las escuelas normales rurales, que son un nido de preparación comunista, de adoctrinamiento marxista-leninista, de mercenarismo, de grupos de choque y desestabilización social, financiadas con presupuesto de la SEP y de la SHCP, para tener grupos de choque que quebrante gobiernos locales, especialmente si son del PRD, como en Guerrero, Ciudad de México, Oaxaca, con el objetivo de recuperarlos para sus colores.
Ejemplos, desde luego, CETEG, APPO, anarquistas, Familia Michoacana, Caballeros Templarios, cárteles de las drogas, que bien conocen los estrategas del CISEN, de inteligencia militar, los especialistas en terrorismo del gobierno federal.
Murillo Karam y a quien representa le jugaron al desgaste, al cansancio, al conformismo de los parientes de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, pero olvidó que las víctimas llevan la sangre de sus progenitores y ante la saña, atrocidad e impunidad de las acciones cometidas aquel 26 de septiembre de 2014, creyeron que sería una acción más entre grupos antagónicos, Los Rojos y Los Guerreros Unidos, al grado de “sembrar” en uno de los camiones secuestrados por los normalistas, bidones de precursores químicos para elaborar la droga “crack”, y confundir a la opinión pública, los medios de comunicación y desde luego a los padres, detalle que pasó hasta un quinto término, cuando la verdad real, es que es un asunto meramente político por el rescate de Guerrero para el tricolor.
Pero también seré sensato. El trabajo de investigación del caso por parte de la PGR, además de impecable fue profesional, recurrió a las instancias nacionales e internacionales necesarias, pero para su desgracia en el resultado –no final, desde luego- juegan dos situaciones: la fe de los familiares de los normalistas, que tienen todo el derecho a creer o no en el veredicto cuasi concluyente de la fiscalía federal. Ellos no aceptan que sus hijos estén muertos, algo en su interior se los dice. Tienen derecho a percibirlo; pero lamentablemente atrás de ellos están los “asesores y/o abogados” que les influyen no aceptar la “verdad absoluta” y por desgracia por irritación o mucha confianza en sus representantes, reaccionan con incredulidad. De esto se apropian los detractores del sistema.
Por el otro lado está lo legal y científicamente comprobado. La lógica señala, que después de más de 125 días desaparecidos los 43 jóvenes, todo hace suponer que están muertos y se confirmó, además, por las declaraciones ministeriales de varios detenidos, autores materiales de los homicidios, está la prueba científica de los expertos de la Universidad de Innsbruck, Austria, de que 42 de las muestras que tienen son irreconocibles (científicamente) y que peritos argentinos, involucrados también en la investigación, pudieron comprobar que sólo una de las osamentas rescatadas del basurero de Cocula, Guerrero, en efecto pertenecía a uno de los 43 normalistas, Alexander Mora Venancio, pero que la ciencia no daba para más.
Ambas situaciones tienen su verdad, pero ante tantos desaciertos, corruptelas, impunidad de los 3 niveles de gobierno, ya no les tienen credibilidad; de ahí el rechazo de los padres de familia de rechazar “la verdad histórica” de Murillo Karam y su representado.
Esto no ha terminado aún, la reacción de los familiares será de aquí en adelante más severa, y se sumarán grupos oportunistas y políticos convenencieros para atizar el fuego contra el sistema. La alerta roja ya está encendida y tiene como objetivo, al menos en Guerrero, impedir la elección de junio próximo. Las manifestaciones “solidarias” no se harán esperar y seguiremos padeciendo tomas de todo: autopistas, casetas de cobro, instituciones públicas, comercios privados, carreteras, agresiones verbales y físicas contra bienes y personal oficiales; serán más de 125 días difíciles y rojos, además de lo postelectoral.
A fuer de ser sinceros, tampoco podía esperarse retrasar hasta después de la jornada electoral del 7 de junio, el reporte Ayotzinapa de la PGR; seguro esto fue medido para calcular la reacción social tras la “verdad histórica” de Murillo, que ahora sí, se vio cansado e implementar un plan de acción que resulte lo menos dolorosa o dañino, para el Gobierno Federal, para su partido el PRI/Verde Ecologista, para la economía y la paz social del Estado de Guerrero y para los más de 9 millones de habitantes de la Ciudad de México que tendrán que soportar y asimilar las reacciones del circulo Ayotzinapa una vez declarado que los 42 normalistas legal y científicamente están muertos.
En este maremágnum informativo, legal, noticiosos, social, etc. la autoridad federal o está protegiendo, siendo omisa o está coludida con el responsable directo de la atrocidad en Iguala, Cocula, Ayotzinapa, etc. el ex gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre Rivero, quien cobardemente pocos días después de la noche fatal de septiembre, huyó de la entidad, argumentando que así se lo pidió el Congreso local y dócilmente salió del Estado.
Pese al informe numérico de Murillo Karam sobre todas las acciones de la investigación, hasta la fecha Aguirre Rivero, nunca ha sido llamado a declarar, cuando de todos era conocido que su territorio era un polvorín, padecía de ingobernabilidad, la economía local era un caos, el turismo se había alejado y la inseguridad era el eje de todas sus desgracias; bueno, pues ni la PGR, o el PRI (porque nunca dejó de ser priista a pesar de “gobernar” bajo las siglas del PRD), la CNDH, el Senado de la República, Gobernación y su propia conciencia lo obligaron a presentarse voluntariamente a declarar.
Aguirre Rivero vive en la más vergonzante e insultante impunidad, al grado que cínicamente su hijo, Ángel Aguirre Herrera, pretende contender, por el PRD, a la Presidencia Municipal de Acapulco. El ex mandatario vive apaciblemente en la Ciudad de México, protegido por un séquito de más de 10 guardaespaldas con sueldos a cargo del gobierno guerrerense. ¡Vaya impunidad!
En fin. El caso Ayotzinapa no terminará hasta ver en la cárcel a los verdaderos culpables, los intelectuales, no los chivos expiatorios como el matrimonio Abarca; no. Los verdaderos responsables viven gobernando, caminan sin remordimiento por las calles, perciben salarios millonarios y aspiran seguir pegados a la ubre presupuestal a través de candidaturas a cargos de elección popular del PRI, PRD, Morena, PT, MC.
Ayotzinapa vive, aunque la PGR diera su “verdad histórica”
*Miembro de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión (ANPERT)