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Quiero pensar que Margarita no sería el regreso del Calderonismo en el estilo de hacer política interna en el PAN y mal trato a muchos actores políticos. Si ella estuviera influída por ese calderonismo que desafío al narco, que empujó con talento el quehacer administrativo y la presencia de México en el mundo, bienvenido sea ese mote. Ese sería un buen calderonismo
Por Héctor Pérez Estrada
Las Instituciones pueden morir porque no se renuevan, pierden su mística, se alejan de su filosofía fundatoria, o porque la naturaleza de su ser se trastoca en otra cosa.
El PAN demostró hace años que dejó de ser lo que llamaban en burla: una pose, una actitud, una oposición legitimadora del poder y se convirtió en un partido político con éxito en el acceso al poder.
En el año 2000, cuando Vicente Fox y su movimiento accede al poder se entendía que lo urgente era evitar que el país cayera mas bajo en su crisis económica y en los niveles de corrupción.
El panismo se soltó el chongo y empezó a tener conquistas muy importantes del poder, expresadas en lo legislativo y en lo administrativo.
Sin embargo, el panismo se alejó de sus raíces fundatorias, no realizó un esfuerzo intelectual para proyectar su doctrina suficientemente al orden cosas práctico, como propuso en un ensayo amplio Lujambio en su momento en un libro recopilador de un autor de apellido Bartra. Tampoco definió una real ética del poder, si acaso un manualito lastimero con pocas ideas útiles pero superficiales. Lo que ocurrió es que entrar en estas condiciones a la compleja conquista del poder hizo que apareciera el fenómeno del “mimetismo” donde el PAN se empezó a parecer al PRI y el panismo se alejó del sello de su casa y le entró a la onda grupera, a la magia electoral y a los arreglijos mezquinos. Esta falsa religión engrosó una fila de cabrones y la crisis sobrevino.
Hoy Gustavo Madero, dueño de muchos dones estratégicos y administrativos, aspira a ser candidato presidencial y por antonomasia se convertirá en el líder, siendo candidato o presidente, de un proyecto panista que no toma suficientemente en serio las raíces y la doctrina panista. Su proyecto de gobierno, que espero que nunca lo tenga, quizá llegue a tener un sello de administración y políticas públicas interesantes pero no impulsara la decencia, la mística y la conquista del ser panista a través de la administración pública. Es muy aventurado decir esto, pero creo que por las vísperas se conocen los días.
Cuando hablo de Margarita Zavala no quiero decir que sea únicamente ella la que empujaría como candidata presidencial ese movimiento de refundación del ser panista en un proyecto de gobierno, quiero decir, y estoy muy lejos de Platón en su gobierno de los sabios, que un personaje con esas características del ser, hacer y un futuro imaginado en el propio ser, le daría al panismo su mejor conquista.
Quiero pensar que Margarita no sería el regreso del Calderonismo en el estilo de hacer política interna en el PAN y mal trato a muchos actores políticos. Si ella estuviera influída por ese calderonismo que desafío al narco, que empujó con talento el quehacer administrativo y la presencia de México en el mundo, bienvenido sea ese mote. Ese sería un buen calderonismo. No obstante, se merece la ex primera dama nuestra confianza en que ella sería ella y que el ex Presidente de México tendría que conformarse con tener influencia pero no suficiente poder para empujar una transición a su gusto. Esto no es ingenuo, es objetivo creerlo en una mujer como Margarita.
Que el panismo vuelva al ser. Que hagamos política profesional sustentada culturalmente. Ya basta de este mundo de magos electorales, grupos negociadores, logística para ganar territorios…; todo esto es bueno, pero no cambiar el enfoque significará naufragar en el mar disperso, buscando diamantes y cofrecitos como los piratas, soslayando a la política como arte del bien común que se ciñe a principios, a una ética y a una prospectiva fundada en un humanismo real, palabra que cualquiera usa, hasta Gustavo Madero u otro, pero no tienen ni idea de lo que significa.
Yo voy por el PAN no por cofres de oro por eso Margarita es para mi una candidatura emergente.
Y si no es ella no faltará quien en una candidatura así llene las alforjas con buena filosofía y no con puras calculadoras y estrategias fantásticas para la conquista del poder. ¡ESTAS SON BABOSADAS