Visas para estadounidenses, en la mesa de discusión
VALIJA VIAJERA
Cuestionan diputados que sólo haya 10 ciudades patrimonio
Revisarán el Programa Pueblos Mágicos, a 16 años de su nacimiento
Por Alejandra Pérez Bernal (*)
ENTRE LOS DIPUTADOS federales comienza a fluir la idea de aprobar un visado para estadounidenses y responder así a las agresiones de Donald Trump.
Sin embargo, entre la cauda de argumentos en contra resaltan los del propio secretario de Turismo federal, Enrique de la Madrid Cordero, quien con tino subraya que los estadounidenses y canadienses conforman más de la mitad de los visitantes internacionales que cada año dejan una importante derrama económica y pide no desestimular ese mercado que ya tiene captada nuestra nación.
El titular de Sectur ha pedido que mejor aprueben más recursos a la dependencia para elevar la infraestructura de los Pueblos Mágicos y ciudades patrimonio, diversificar el sector; incrementar la calidad de lo que ofrecen los prestadores de servicios y redoblar la imagen de los atractivos del país.
Sin embargo, la moneda está en el aire, y los diputados podrían consumar su idea para exigir una visa a los ciudadanos de EU que nos visiten, como concretaron los cambios para hacer delito federal el conducir en estado de ebriedad y dar hasta 3 años de cárcel a los infractores, o más severidad para quienes manejen un automotor usando radio, teléfono celular o cualquier otro aparato de comunicación.
Sí, esos mismos diputados que aprobaron cambios en la ley para que sólo se pague el 50% del salario a los trabajadores que osen o piensen enfermarse, tuvieron una reunión en la que también admitieron la necesidad de impulsar al turismo y cultura nacionales.
La reunión se efectuó bajo la batuta de la presidenta de la Comisión Especial para el Patrimonio Cultural de México, Rosalinda Muñoz Sánchez, a la que acudió el director general de la Asociación Nacional de Ciudades Mexicanas del Patrimonio Mundial, Jorge Ortega González.
Ahí se dijo que todos queremos que se hable de México por su turismo, destinos y ciudades y sitios patrimoniales, y aunque reconocen que el presupuesto asignado a Sectur federal es pírrico, la diputada perredista Cecilia Soto González, secretaria de la Comisión Especial, puso el dedo en la llaga para subrayar que «sí se ha pensado en requerirles una visa y cobrarles por ella a los visitantes estadounidenses».
La misma legisladora supone que si «nosotros pagamos por ir a Estados Unidos», se puede aplicar un visado sencillo como se hace en otros países y que «les podemos ir cobrando, porque no se nos van a ir, no lo van a hacer», dijo.
El tema está caliente.
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POR CIERTO, los legisladores que acudieron a la reunión señalada cuestionaron por qué México sólo cuenta con 10 Ciudades Patrimonio Mundial, si somos un país grande, con mucha riqueza cultural, artesanal y gastronómica. Se insistió en que el turismo cultural es una importante industria para el país, por lo que es necesario impulsarlo con campañas de promoción en el exterior.
Otra increpación fue: ¿Por qué de los 23 millones de turistas extranjeros, la mayoría llega a playas como Cancún, Los Cabos y Vallarta, y a las ciudades patrimonio arriban los menos? Además, 95% de los visitantes a éstas es nacional, por lo que puede aumentarse la afluencia internacional mediante la promoción adecuada de la belleza patrimonial del país en el exterior».
Yo creo que los diputados no saben o quieren ignorar que para entrar al esquema de Ciudades Patrimonio Cultural hay que inscribirse en una lista de la UNESCO y que ya no es tan fácil hacerlo como hace 20 años, además de que muchas autoridades de los tres niveles de gobierno omitieron durante años las invitaciones para obtener ese crédito internacional, que ahora ya no es masivo.
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El Dato: En México, el turismo cultural tiene gran potencial, porque hay más de 12 mil 600 monumentos, catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia, pero hay miles más que no lo están. Existen 386 librerías; 126 auditorios; 236 galerías; 32 casas de cultura; 151 teatros, más de 300 festividades y tradiciones. (Fuente: Comisión Especial para el Patrimonio Cultural de México de la Cámara de Diputados)
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EN 2017, EL Programa Pueblos Mágicos cumple 16 años de haber sido creado, y aunque ha demostrado su gran éxito; hay muchas aristas y bemoles que no encajan y que se deben atender.
Está en discusión la conveniencia o no de aumentar la cifra de 111 que había hasta 2016.
También está en la palestra si algunos pueblos que obtuvieron esa categoría, que les obsequia más recursos de la Federación para su desarrollo y promoción, merecen seguir en la prestigiada lista o de plano los extirpan hasta que demuestren un mayor esfuerzo por aumentar su conectividad, oferta hotelera y restaurantera, así como de infraestructura carretera.
Otra vez, los legisladores del país tomaron cartas en el asunto para saber si se modifican criterios legales para dar esa categoría de Pueblos Mágicos a más comunidades y para evaluar si se requiere más presupuesto federal etiquetada.
Los riesgos son que el Programa se frustre con la mano de los diputados y senadores, pues está claro que todo lo politizan y predominan los intereses de la mayoría o cotos de poder.
No se necesita discutir mucho sobre la efectividad del Programa que nació en la era de Vicente Fox. El Programa ha mejorado las cifras del turismo en esas poblaciones. Así de simple.
Claro está que, de los 111 Pueblos Mágicos, únicamente 82 cuentan con servicios admisibles de hotelería y restaurantes, en tanto que otros definitivamente no tienen ni esos ni otros servicios.
En la mesa de discusión también se ha puesto la posibilidad de que los recursos que se le otorgan al Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) se destinen mejor al Programa Pueblos Mágicos.
La Comisión Especial para el Impulso y Promoción de los Pueblos Mágicos, que preside el diputado priista Benjamín Medrano Quezada, anotó la sugerencia de la legisladora del PRD, Cristina Gaytán Hernández, para realizar foros regionales, para saber cuáles son los retos y definir la necesidad de un sólo presupuesto para el Programa en el 2018.
El problema para el Programa es que todos quieran hablar, todos quieran entrar y todos quieran recursos adicionales. Ya deberían saber que a dicho esquema sólo pueden pertenecer las localidades que, además de tener más de 20 mil habitantes, deben ubicarse en una distancia no superior a los 200 kilómetros o el equivalente a dos horas de distancia vía terrestre, a partir de un destino turístico. Luego se debe mejorar la red de telefonía, hacer cableado subterráneo, contar con suficiente abasto de red de agua potable y electricidad, suficiente oferta hotelera y restaurantera, así como de transporte sobre vías de infraestructura carretera adecuadas, entre otros requisitos.
@AlejandraBernal
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(*) Miembro de Vanguardia en línea y de Consorcio de Medios Digitales SA de CV
(*) Socia de la Academia Nacional de Periodistas de Radio y Televisión
